Los 30 tripulantes del Artic Sunrise, barco de la organización internacional Greenpeace, han sido acusados de piratería, tras llevar a cabo una protesta pacífica para paralizar las actividades extractivas en el Ártico. Los activistas se enfrentan a penas de prisión de hasta quince años por tratar de proteger lo que debería considerarse “patrimonio mundial de la humanidad”.
Las organizaciones ecologistas quieren alertar sobre las medidas extremas que está tomando el Estado ruso, con la detención de los activistas y el juicio al que se enfrentan.
El derecho de protesta pacífica es un derecho irrefutable. Por este motivo las organizaciones han decidido apoyar a los activistas que buscaban defender el interés general.
El día 5 de octubre, en la Puerta del Sol, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF estuvierón presentes e instarón a la ciudadanía a apoyar las acciones pacíficas en favor de los intereses ciudadanos y del medio ambiente.