"Uno de los pilares de la Fundación es que los usuarios de los espacios naturales participen en la responsabilidad de su conservación. Por ello, la ampliación del Parque Nacional de Cabrera no debe hacerse a espaldas de las personas, sino determinando qué actividades son compatibles con la preservación de los valores medioambientales.En espacios protegidos en los que trabajamos estamos viendo que esta filosofía da pie a impulsar nuevas actividades económicas en los municipios cercanos al Parque, a la vez que se apoyan los usos tradicionales no destructivos. Creemos que ello sería replicable aquí, en particular por lo que se refiere a la pesca artesanal y algunas actividades turísticas sin impacto ambiental”, explica Odile Rodríguez de la Fuente, directora general de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente
La Fundación Rodríguez de la Fuente ha decidido mostrar su apoyo a la propuesta de ampliación del parque en consideración a los avances tecnológicos de los últimos años, que han permitido documentar áreas de profundidad que antes eran desconocidas. Por este motivo, no es coherente que la gestión de estas aguas se mantenga anclada en el inmovilismo.
“La protección de Cabrera es un logro de diversas organizaciones medioambientales que se han ido sucediendo a lo largo de los años para impulsar la conservación de este enclave. El proceso tuvo éxito porque fue de la mano de autoridades y organismos públicos y privados desde el principio. En ese sentido, estamos en una situación muy parecida a la que había antes de crearse el parque nacional, con un proyecto de ampliación apoyado por entidades medioambientales, sector turístico, pescadores artesanales, clubes de buceo y diversos sectores políticos al que solo le falta la firma del Govern balear”, añade Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa.
En la actualidad, la zona marina protegida comprende aproximadamente 8.000 hectáreas. La propuesta de ampliación supondría añadir 78.000 más, de modo que el parque sería diez veces mayor que hoy en día y las aguas protegidas cubrirían 86.000 hectáreas.