Según han informado fuentes del Instituto armado, el SEPRONA comenzó una investigación el pasado mes de mayo, al tener conocimiento de que en unas viñas de su localidad se encontraban varios lazos colocados para la captura de animales, posiblemente con el fin de evitar daños en el cultivo.
Los agentes desactivaron los lazos e iniciaron una investigación para averiguar al responsable de su colocación. No obstante, en el transcurso de la investigación los agentes localizaron los lazos nuevamente activados en diferentes ocasiones, volviendo a desactivarlos para evitar la captura de cualquier tipo de animal, ya que se trata de una práctica prohibida por ser un método no selectivo de caza.
Finalmente, los agentes procedieron a la retirada de un total de cuatro lazos que se encontraban situados en pasos habituales de la fauna y que podían haber servido para la captura de cualquier tipo de animal que intentará acceder al cultivo por esos lugares.
Tras concluir la investigación el pasado día 7 de diciembre, se imputó al propietario de la finca, quien a la vez se encarga del mantenimiento de la misma, como presunto responsable de la colocación de los lazos.