HEADS utiliza de manera combinada diferentes sensores de detección, añadiendo la interpretación automática de las imágenes de infrarrojos y radar, así como el lanzamiento de alarmas sin la intervención humana. La utilización combinada de imágenes infrarrojas y radares permite maximizar el grado de fiabilidad y la automatización del proceso permite disponer de una monitorización continua sin la intervención de un operador, lo que minimiza el riesgo de error humano.

La detección por radar está basada en la diferencia de rugosidad en la superficie del agua cuando hay presencia de un hidrocarburo. La cámara de infrarrojos permite detectar las variaciones de temperatura entre agua e hidrocarburo que se originan por las diferencias entre las propiedades caloríficas de ambos elementos.

El sistema dispone de una consola ubicada en una sala de control, donde se monitorizan diferentes operaciones tales como perforación, producción, carga o seguridad. Cuando HEADS detecta un incidente, además de activar  la alarma de forma automática, es capaz de recoger toda la información asociada y de registrar y analizar todos los parámetros relacionados.

Otra característica importante de HEADS es su capacidad para identificar barcos en las proximidades mediante AIS (Automatic Identification System). El objetivo fundamental del sistema AIS es permitir a los buques comunicar su posición y otras informaciones relevantes para que otros buques o estaciones puedan conocerla y evitar posibles incidentes. De esta forma, si se produce un incidente causado por un barco dentro de su radio de acción, HEADS es capaz de registrar su “matrícula” y monitorizar el suceso.

Además de incrementar notablemente el nivel de fiabilidad de detección ante cualquier tipo de incidencia que suceda en la superficie acuática, tanto de día como de noche, incluso con condiciones climáticas adversas de lluvia o niebla, HEADS tiene un tiempo de respuesta inferior a dos minutos, lo que permite minimizar el impacto y actuar con mayor rapidez para solucionarla.

En el proyecto, que se puso en marcha a finales de 2011, ha participado un equipo multidisciplinar formado por más de veinte expertos e investigadores de alta cualificación en la industria del petróleo, física, química, radares, algoritmia e integración de software.

Repsol ha puesto a disposición del proyecto HEADS su amplio conocimiento de los fenómenos físicos relativos a los hidrocarburos y el medio marino, y su experiencia en la exploración y producción de crudo en las zonas más exigentes del planeta. La compañía ha aportado también toda la tecnología de su Centro de Tecnología Repsol, que cuenta con un laboratorio capaz de reproducir las condiciones climatológicas que se dan en alta mar.

Indra, por su parte, ha aportado su conocimiento en algoritmos de interpretación de imágenes y su experiencia en el desarrollo de tratamiento de datos en tiempo real, construcción y utilización de radares y cámaras de infrarrojos y consolas de mando y control.

La multinacional posee además una amplia experiencia en el desarrollo e implantación de soluciones tecnológicas para el sector de hidrocarburos, en el que está presente a nivel mundial con 1.500 profesionales y proyectos en los cinco continentes.Ambas compañías han inscrito la patente mediante una solicitud de tipo PCT (Patent Cooperation Treaty), un procedimiento único que permite disponer de un registro en más de 147 países.



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