Biólogos estadunidenses, con ayuda del Servicio Geológico de su país (USGS, por sus siglas en inglés), colocaron collares con cámaras a cuatro ejemplares en Alaska, consiguiendo imágenes inéditas sobre el comportamiento de estos animales.
Los osos elegidos fueron hembras que portaron las cámaras durante un periodo de 10 días, tiempo suficiente para que los científicos pudieran conocer detalles íntimos de su misteriosa vida.
Toda esta información jamás la hubiéramos obtenido de otra manera”, afirma Todd Atwood, líder de la investigación.
Los científicos que estudian a los osos polares en Alaska ven limitadas sus pesquisas a un tiempo de alrededor de seis semanas cada primavera, debido al comienzo del deshielo.
Los collares, acondicionados con cámaras que registran audio y video, sistema de GPS y otros dispositivos especializados, fueron colocados el pasado mes de abril, y los expertos esperan realizar más estudios similares en el futuro.
Las principales amenazas que enfrentan los osos polares, cuyo número se ha reducido en al menos un 30% en los últimos 45 años, son la depredación humana, la acumulación de contaminantes en el hielo y atmósfera árticos y el calentamiento global.