Apenas se ha conseguido ahorrar un 10% del agua prevista en las medidas para la modernización del regadío andaluz, y buena parte de las agroambientales, una de las herramientas principales para la conservación de la biodiversidad en el medio agrario, se quedaron en agua de borrajas.
La mayor parte del presupuesto se destinó al apoyo de algunos sectores agrícolas a través de ayudas a la producción integrada. Unas medidas cuya gestión conlleva una cuestionable eficacia ambiental y que dejaron sin presupuesto a medidas más específicas y efectivas para la conservación de la biodiversidad como las destinadas a la conservación de aves esteparias, la ganadería en extensivo o la dehesa, que ni siquiera se han puesto en marcha. También se ha quedado a medias la ejecución del programa en la Red Natura 2000.
En definitiva, un cierre en falso de los objetivos ambientales que podrá y deberá paliarse en el nuevo PDR que comenzará en 2015 y cuya programación está en marcha. En esta ocasión, y para no repetir errores, será fundamental tener en cuenta las lecciones aprendidas e invertir en la evaluación de la eficacia y los resultados de las medidas que se pongan en marcha. Sólo así se podrá avanzar en la sostenibilidad del campo andaluz y asegurar que el gasto público cumple sus objetivos e incluso que no tiene efectos negativos sobre la conservación del patrimonio natural. Un ejemplo de medida aparentemente positiva, pero que podría ser perjudicial según cómo y dónde se ejecute, es la forestación de tierras agrarias: en espacios esteparios de la Red Natura 2000, de cuyo desarrollo hasta ahora no sabemos nada, afectaría negativamente a numerosas especies de aves.
Propuestas de SEO/BirdLife
De cara al nuevo programa, en la última reunión del Comité de Seguimiento del PDR de Andalucía, SEO/BirdLife ha apuntado, como una cuestión fundamental, que las medidas de asesoramiento contemplen un enfoque hacia la integración ambiental de las explotaciones agropecuarias, más allá de los requerimientos de una Política Agraria Común (PAC) que ha sido desinflada en sus objetivos ambientales. Por otro lado, para la nueva programación urge la puesta en marcha decidida de medidas agroambientales específicamente destinadas a la conservación de la biodiversidad. De estas, las destinadas a aves esteparias serán fundamentales para cumplir los objetivos del Programa de Conservación y para que las acciones acometidas en el proyecto LIFE Esteparias, desarrollado en los últimos cuatro años, no queden interrumpidas.
Un lastimoso ejemplo de la necesidad de diseñar y ejecutar adecuadamente estas medidas es la elevada mortalidad de pollos de aguilucho cenizo que se ha producido esta temporada como consecuencia de la falta de medios con que ha contado el Programa de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para la conservación de la especie en Andalucía. Este aguilucho cría en el suelo, en los campos de cereal, y sus nidadas se ven muy afectadas por las cosechadoras por lo que es necesario asignar los recursos necesarios para conservar sus poblaciones. Los fondos FEADER que la UE invierte en Andalucía para cofinanciar el PDR llevan asociada la ineludible responsabilidad de contribuir a conservar la biodiversidad del medio agrario y la Junta tiene la obligación de garantizar que así se haga.