Lo cierto es que hay varios escollos que han impedido que ese porcentaje haya sido aún mayor, principalmente las quejas de ciudadanos por el ruido generado, las interferencias con instalaciones de telecomunicaciones y el impacto en ecosistemas. Pero ¿qué ocurriría si se pudieran solucionar todos estos problemas gracias a un programa informático?
Justamente el proyecto SOPCAWIND ha desarrollado un programa que permite hallar la ubicación óptima para un parque eólico en Europa tomando en consideración criterios tan diversos como el potencial eólico, las características del entorno local, posibles interferencias con sistemas de comunicación, el ruido, las viviendas de la zona, la exposición al sol, el efecto visual e incluso la existencia de yacimientos con valor arqueológico.
Este software, el primero que integra una base de datos tan compleja y multidisciplinar, se presentó recientemente en el evento anual 2014 de la EWEA. Su finalidad es facilitar el proceso de diseño de los parques eólicos asegurando que se tomen en consideración todos los aspectos mencionados anteriormente, evitando así complicaciones posteriores a la construcción y ahorrando costes. El sistema se alimentó de datos muy valiosos aportados por numerosas partes interesadas tanto públicas como privadas.
«Gracias a esta herramienta, por un lado, el proceso de diseño del parque eólico es mucho más fluido, y por otro, un aspecto fundamental, el promotor conoce de antemano si existe afección, y puede incluir modificaciones en el parque eólico para evitarla», explicó Daniel de la Vega, del grupo de investigación Tratamiento de la Señal y Radiocomunicaciones (TSR) de Tecnalia. La selección concienzuda de las oportunidades de desarrollo y la optimización del diseño del parque eólico, indudablemente, requieren un conocimiento profundo de la normativa local, las posibles restricciones al desarrollo e información muy detallada sobre el balance entre el coste en capital y la productividad. Por toda Europa no dejan de surgir parques eólicos nuevos, instalaciones que en 2013 cubrieron cerca del 8 % de la demanda eléctrica de la Unión Europea, según datos de la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA). SCOPAWIND acelera este proceso y lo abarata al ocuparse de tareas que antes requerían de la combinación de herramientas informáticas muy caras.
Tecnalia estuvo a la cabeza del proyecto, mientras que el TSR ha contribuido, principalmente, con los algoritmos que permiten evaluar el posible impacto en los radares, sistemas de ayuda a la navegación aérea y otros sistemas de telecomunicaciones. «Aunque las situaciones de interferencia no son habituales, un parque eólico puede alterar la señal de un radar que está a unos diez o veinte kilómetros», destacó de la Vega. «Estos estudios de impacto, al ser elaborados antes de la instalación del parque eólico, permiten detectar posibles interferencias, en el caso de que existan, y así el promotor del parque eólico puede incluir modificaciones en el diseño del mismo que eviten dicha afección».
Además de optimizar el diseño de los parques eólicos y de acortar el tiempo necesario para realizar estudios de viabilidad, se espera que el proyecto influya en la futura legislación relativa a las interferencias en las telecomunicaciones. El grupo de investigación ha caracterizado la señal dispersada por los aerogeneradores en la banda UHF y evaluado su influencia en la calidad de la señal de televisión. Los resultados han sido incluidos en el proceso de elaboración de una nueva regulación internacional en esta materia, según informó Tecnalia.