El proyecto consiste en utilizar la silvicultura como herramienta de gestión sostenible del exceso de vegetación presente en varios puntos de la red hidrológica de la isla, mediante la ganadería intensiva con ganado equino (asnos, burros y mulos).
El objetivo es llevar a cabo una reducción considerable de la biomasa vegetal presente en el cauce de los torrentes con medios no agresivos para el medio natural. La finalidad principal de estas tareas es aumentar la capacidad de desagüe de los torrentes para disminuir el riesgo de desbordamientos e inundaciones producidos en épocas de lluvias intensas. El tratamiento consistirá en la disminución intensa del estrato arbustivo y herbáceo y poda del arbolado para facilitar un óptimo movimiento del agua en el cauce del torrente. En todos los casos se respetarán las especies vegetales amenazadas; es decir, las incluidas en las categorías especificadas en el Decreto 75/2005, de 8 de julio (BOIB núm. 106, de 07/16/05): en peligros de extinción, vulnerables, sensibles a la alteración de su hábitat o dependientes de conservación.
A parte de la alimentación de los animales, este tipo de ganadería permite que el efecto de pisoteo de la vegetación sea mayor. Los animales permanecerán en pequeñas cercas, de 20 x 150 m aproximadamente, controladas mediante pastores eléctricos y estarán vigilados diariamente por un pastor, que también participará en los trabajos de eliminación de materia vegetal mediante herramientas mecánicas. Los animales llevarán un cascabel cada uno y dos animales del grupo llevarán además un collar con un sistema GPS, que permitirá una rápida localización en caso de posibles fugas.
Paralelamente, mediante el uso de ganado equino, se lleva a cabo una labor de reeducación de ejemplares de la especie equina que han sido abandonados, con el objetivo de incorporarlos a actuaciones y programas destinados a volverlos productivos.
Gracias al desarrollo de este proyecto, que tiene un presupuesto de 36.058 euros, IVA incluido, se han creado dos puestos de trabajo, un biólogo coordinador general del proyecto y un técnico de mantenimiento y control, el pastor, a jornada completa.
Se cuenta con una población inicial de 18 ejemplares equinos, aunque se irán incorporando animales al grupo que actualmente aún no han terminado el proceso de reeducación. Está previsto que lleguen a haber hasta 40 equinos en la zona y el plazo de ejecución del proyecto finaliza el 31 de diciembre de este año.
Los animales que participan son principalmente ejemplares que han sido abandonados y rescatados por la Fundación Natura Parc a través de su Centro de Protección de Animales Domésticos, que ha trabajado principalmente las tareas de reeducación y adaptación al manejo, la adaptación al medio donde deberán trabajar y el tipo de alimentación y suplemento alimenticio en épocas de penuria alimentaria que encontrarán; la adaptación al sistema de cierre y transporte; el control veterinario, desparasitación, identificación (tramitación de microchip), colocación de collares identificativos numerados y colocación de cascabeles, y la colocación en dos ejemplares de sistema de localización vía satélite (GPS).
Actualmente se han comenzado las tareas de limpieza correspondientes al torrente de sa Riera, en el tramo que va desde Son Valentín hasta el polígono de Can Valero, en el término municipal de Palma. Después de evaluar esta primera experiencia, la Dirección General de Recursos Hídricos determinará las próximas actuaciones teniendo en cuenta los condicionantes de prevención de riesgo de inundaciones, de mínimo cierre definitivo y máxima superficie del torrente.