Publicado en la revista ‘Nature’, este trabajo muestra que estos animales se han visto afectados de manera significativa por los cambios en la disponibilidad de alimentos que se asocian a las condiciones climáticas.
A pesar de experimentar un cambio en la población hacia individuos más aptos para sobrevivir en las nuevas condiciones, esta habilidad no está pasando de generación en generación, dejando a la población en declive, según los resultados del estudio. Se espera que el cambio ambiental afecte a muchas especies y sistemas biológicos en todo el mundo, unas alteraciones que necesitan muchos controles para ser entendidas, según los autores.
Un estudio del ‘British Antarctic Survey’ ha dado a los investigadores una oportunidad única de explorar cómo las historias de vida de los leones-lobos marinos ha cambiado con el tiempo en relación con el clima y la disponibilidad de alimentos. Los investigadores del ‘British Antarctic Survey’, en Reino Unido, y la Universidad de Bielefeld, en Alemania, analizaron datos recogidos en 1981 para evaluar los cambios de varias generaciones de leones marinos de sexo femenino en Georgia del Sur, en el Océano Atlántico Sur.
“En comparación con hace 20 años, podemos ver que el lobo marino hembra nace ahora con un peso inferior y las que sobreviven y se reproducen tienden a ser las más grandes y tienen su primer cachorro más tarde de lo habitual durante su vida. Estos alteraciones normalmente se relacionan con el estrés por los alimentos”, argumenta el autor principal, Jaume Forcada, del ‘British Antarctic Survey’.
“Una importante fuente de alimento para los lobos marinos es el krill antártico. Décadas de datos recogidos en Georgia del Sur muestran cómo se han producido cambios en la población de lobos marinos a lo largo del tiempo en función de las alteraciones en la disponibilidad de krill”, agrega.
Incluso si el krill es muy abundante, la variación ambiental determina su disponibilidad en la zonas de alimentación de los leones marinos. “Esta variación ambiental es impulsada por el clima, que impacta en la atmósfera local, el hielo marino y las condiciones oceanográficas. Las condiciones climáticas adversas están típicamente asociadas con la baja disponibilidad de krill y reducen la supervivencia y el éxito reproductivo de los lobos marinos”, agrega.
Los investigadores encontraron que las hembras que sobrevivieron a la maternidad eran probablemente más heterocigotas, es decir, que poseen un mayor nivel de variación genética, una característica que se vincula con mejor estado físico en muchas especies. Aunque estas hembras tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, sus crías sólo poseen la misma ventaja si también son heterocigotas.
Logran Una Adaptación Que No Se Hereda
Sin embargo, la característica de heterocigoto no se hereda, sino que depende de con qué macho se empareja la hembra y surge principalmente a través de la casualidad. Esto significa que muchos lobos marinos que nacen no son heterocigotos y, por lo tanto, son menos capaces de hacer frente a los cambios del entorno.
“Hemos encontrado que, en las últimas dos décadas, la proporción de hembras reproductoras que son altamente heterocigotas se ha incrementado, ya que estos individuos tienen más probabilidades de sobrevivir a las condiciones cambiantes. Una selección fuerte por el medio ambiente puede impulsar una rápida evolución. Sin embargo, en este caso los lobos marinos no parecen estar evolucionando porque las hembras que sobreviven no pasan su alta heterocigocidad a su descendencia”, explica uno de los autores, Joe Hoffman, de la Univesidad de de Bielefeld.
“Por lo tanto, con cada nueva generación, el proceso de selección tiene que empezar de nuevo, con sólo los individuos que nacen heterocigotos teniendo una buena oportunidad de sobrevivir. A medida que el clima sigue cambiando, muchas crías de esta especie no sobreviven hasta la edad adulta y la población está en declive”, alerta Hoffman.
El cambio climático ya está modificando las presiones ambientales en muchas especies y los científicos aún no saben cómo las poblaciones harán frente a estos nuevos entornos. Este estudio muestra que la selección natural en una población de lobos marinos se ha vista o alterada como resultado del cambio climático y que estos animales han respondido evolucionando.