Esta nueva Expedición de Greenpeace tenía como objetivo documentar la belleza y peligros que acechan este entorno y pedir la protección del Alto Ártico mediante la creación de un Santuario Global.
Greenpeace ha llegado en esta ocasión hasta el amenazado hielo marino, ha documentado el retroceso de los glaciares que sufren los efectos del cambio climático y la belleza de la fauna y flora, amenazada por el cambio climático y las prospecciones de petróleo.
“De repente girarte y ver alrededor un desierto blanco del hielo con la figura del barco detrás pues a mí me puso los pelos de punta, me pareció muy emocionante. Sentí que estaba en un sitio que no debemos perder, que no debe destruirse”, explicaba el actor y escritor Carlos Bardem.
“Estar navegando entre los hielos es una de las cosas que más me han impactado. Ver las consecuencias del deshielo. Hay algo que te ayuda a imaginar qué pasaría si realmente se llegan a realizar prospecciones de petróleo aquí”,aseguraba el ganador del Goya Alberto Ammann.
A través de la emblemática región ártica de Svalbard, Greenpeace ha mostrado la importancia de proteger este vulnerable ecosistema. Para ello, el Esperanza llegó hasta el límite de hielo marino, donde se desplegó una pancarta para pedir la protección del Alto Ártico mediante la creación de un Santuario Global en el que se prohíba la perforación petrolífera en alta mar y la pesca industrial.
La zona que recorrió el barco es el hogar de 19 especies de mamíferos marinos como el oso polar, las morsas, cinco especies de focas y doce tipos de cetáceos, todas amenazadas por el aumento de las temperaturas y el deshielo y por las consecuencias de las prospecciones de petróleo que se quieren llevar a cabo en las proximidades.
Así mismo, pudo comprobar de primera mano la situación del glaciar Blomstrand, cerca de la base científica Ny-Alesund. Greenpeace lleva años recogiendo información y documentando el deshielo de este glaciar, que es un claro indicador del cambio climático, ya que ha retrocedido cerca de 2 kilómetros en los últimos 80 años.
El director y productor Álvaro Longoria ha documentado toda la expedición en lo que será un nuevo proyecto internacional. Anteriormente rodó el documental Los hijos de las nubes, protagonizado por Javier Bardem, donde denunciaba la situación del pueblo saharaui. También ha trabajado en grandes producciones internacionales con Oliver Stone y Steven Soderbergh. Así lo explicaba el propio Longoria: “La clave está en dar la situación a conocer y a mí me gustaría colaborar haciendo lo que mejor sé hacer: una pieza audiovisual”.
“Todas las luchas son las mismas luchas. Detrás de todas las injusticias sociales y medioambientales están siempre los mismos. Los mismos que se van a beneficiar si se hacen prospecciones en Canarias, son los que se benefician arrasando el Ártico. Por eso tenemos que unirnos, para que no se destruyan más lugares únicos como este”, concluye Bardem.