Las fotografías de esta especie amenazada son una importante prueba de los resultados del trabajo sobre el terreno para mejorar la calidad de los bosques en la provincia de Quang Nam (centro de Vietnam), una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta. La población salvaje de oso negro de Asia, u oso de collar, ha disminuido entre un 30 y un 49% en las últimas tres décadas debido, fundamentalmente, a la destrucción de su hábitat y a la caza furtiva.
A finales de 2012, las cámaras trampa de WWF capturaron otro oso, tras la instalación de los dispositivos para apoyar los esfuerzos de seguimiento de la fauna salvaje. Otras muchas especies singulares han sido identificadas en Vietnam con las cámaras trampa de WWF, como el Saola, el mítico “unicornio asiático”, que en 2013 fue redescubierto por primera vez tras 15 años.
WWF y el gobierno de Vietnam colaboran en una de las iniciativas de conservación más ambiciosas de la historia de la región, el programa de Carbono y Biodiversidad (CarBi), que busca proteger y regenerar más de 200.000 hectáreas de bosques. Es un proyecto transfronterizo sin precedentes, de cuatro años de duración, centrado en la región de las Montañas Annamite entre Laos y Vietnam.
Además de las cámaras trampa, la iniciativa incluye el entrenamiento de guardias locales para la lucha contra la caza furtiva, de momento con un éxito considerable, ya que desde su comienzo se han retirado más de 35.000 trampas y cepos ilegales. También se está trabajando para promover fuentes de recursos alternativas, formando a la población local para la gestión sostenible de sus bosques.