El abastecimiento de agua para el consumo humano de al menos seis millones de habitantes de la Región Metropolitana, el riego agrícola, el turismo, regulación del clima, aporte de áridos para la construcción, fuente de empleos, albergue de sitios de conservación de biodiversidad y del patrimonio paisajístico y cultural, entre otros, son los servicios que ofrece el río Maipo y que están amenazadas por el PHAM. Además, esta cuenca ya posee otras cuatro centrales de pasada.
El proyecto se aprueba en medio de irregularidades, lobby político y tráfico de influencias durante la primera administración de la presidenta Michelle Bachelet. Una comisión investigadora de la Cámara de Diputados concluyó en aquel entonces, por votación unánime, que el proceso de evaluación ambiental del proyecto se encontraba viciado y debía ser anulado. Es por estos motivos que nosotros(as) pedimos que se revoque la Resolución de Calificación Ambiental vigente que permite la construcción del PHAM.
A partir del 2007 en adelante, año en que comienza la tramitación del proyecto, se ha constituido un movimiento social opositor, que si bien se origina en el cajón del Maipo, luego lo trasciende y toma fuerza en otras comunas de la Capital, confluyendo distintas voluntades al esfuerzo por una misma causa, como es el caso de Asamblea por el Agua y la Soberanía de Puente Alto. Esta tendencia de mayor movilización se ha mantenido y, estimamos, entrega las herramientas sociales para detener el PHAM. Ahora bien, consideramos que las energías puestas en esta tarea deben redoblarse y apostar por la creación de alianzas con otros sectores de la sociedad.
Tenemos claridad de que el esfuerzo por articular y aunar esfuerzos sociales requiere encontrar y volver explícitos puntos en común. No se trata de sumar por sumar, se necesita ser conscientes de que el PHAM es resultado de procesos sociales y económicos más profundos y que son similares a las causas de otros conflictos: baste decir que la energía que producirá será enviada a “Pelambres”, minera tristemente célebre que forma parte de un sector de lo más destructivo de un modelo económico caracterizado por el lucro de empresas rentistas de la tierra, el extractivismo y las grandes concentraciones económicas, como es el caso de Luksic y AES Gener. Podríamos enumerar más razones de fondo, pero no es el objetivo de este comunicado, ya existen artículos y medios de prensa que las expresan. Sería suficiente la toma de conciencia de que estamos, junto al grueso de la población nacional, ante una situación de vulneración permanente de nuestros derechos básicos para la vida, y que eso permea no sólo al medioambiente, sino que también la educación, el trabajo, salud, previsión social, pensiones, etc.
De esta manera, el llamado es a marchar con nosotros(as) el día 30 de agosto a las 11:00 hrs. en Plaza de Puente Alto, para decir NO ALTO MAIPO y sí a la defensa del medioambiente, especialmente del agua. Decir también que no se trata de oponerse al desarrollo, sino que, muy por el contrario, hacer ver que éste no existe cuando es sólo para el beneficio de unos pocos o cuando destruye y pone en riesgo las condiciones básicas para la reproducción de la vida y el futuro de las generaciones que vendrán.
Invitamos también a otros movimientos sociales a sumarse apoyando el día de la marcha, visibilizando sus conflictos y luchas. La solidaridad y unidad multisectorial es un horizonte de organización al cual se avanza cuando se comprende que ningún conflicto se da aisladamente y que su resolución pasa por superar la fragmentación de nuestros esfuerzos de lucha.
Esperando su respaldo para el evento convocado y por las razones expuestas, les saluda cordial y afectuosamente: