El cambio climático está en lo alto de la agenda de la cumbre del 7 al 9 de julio de los países más ricos que arranca hoy en Hokkaido, y del posterior Encuentro de Grandes Economías del 9 de julio que reúne al G8 con otros ocho países, entre ellos China, India y Brasil. Las expectativas no son positivas en este sentido: inmersos todavía en el entramado del proceso de ratificación de la ampliación del Protocolo de Kioto, se espera que los países asistentes no declaren avances significativos en la lucha contra el calentamiento global.

Sí que está previsto que estos países discutan el efecto de la inflación mundial, impulsada por el incremento de los precios de los alimentos y los combustibles, y la pobreza en África, junto a otros temas tan diversos como la crisis electoral en Zimbabue y el programa nuclear del Corea del Norte.

El primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, quien llega a Hokkaido con la necesidad de lograr una cumbre exitosa para mejorar su índice de aprobación, quiere impulsar las conversaciones lideradas por la ONU sobre un nuevo marco que vaya más allá de los límites del protocolo de Kyoto, que expira en el 2012. Esas negociaciones deben concluir en Copenhague en diciembre del próximo año.

Pero las brechas entre los miembros del G8 y los países en desarrollo plantean dudas sobre las posibilidades de avance más allá de lo que logró la cumbre del año pasado en Alemania, donde los líderes acordaron "considerar seriamente" una meta global para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero antes del 2050.

"No creo que estemos esperando un acuerdo. Eso se dará bajo el auspicio de Naciones Unidas en Copenhague el próximo año," dijo el ministro de Medio Ambiente de Canadá, John Baird, a periodistas de camino a Japón.

"Lo que esperamos es que podamos dar impulso hacia un avance sólido sobre el cambio climático", agregó. El G8 incluye a Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Canadá y Estados Unidos.

Acuerdo Confuso

Activistas y la Unión Europea quieren que el G8 acuerde la meta del 2050 que se discutió en Alemania y que fije a 1990 como el año base, y dicen que los países avanzados deberían fijar sus propias metas a mediano plaza para reducir las emisiones antes del 2020. Japón quiere que los líderes acuerden la meta del 2050, pero sin especificar un año base.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien debe reunirse con Fukuda tras su llegada a Hokkaido, insiste en que Washington sólo fijará objetivos si las grandes economías emergentes, como China, se suman también.

"¿Será el esfuerzo anunciado por el G8 lo suficientemente convincente como para que los países emergentes digan Bueno, estamos listos para sumarnos? Si podemos lograr eso escrito en Toyako, habremos hecho nuestro trabajo," dijo un funcionario francés. Pero un colaborador del presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que no era optimista ante la posibilidad de un acuerdo sobre el tema.

Analistas y diplomáticos han dicho que los líderes del G8 probablemente elaborarían un acuerdo confuso con una meta a largo plazo que permita que Fukuda salve las apariencias, pero que los avances reales deberán esperar hasta que el nuevo presidente de Estados Unidos asuma el cargo en enero.

Líderes y protestas

Expertos sobre clima quieren que los países avanzados se comprometan a reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento antes del 2020. Tokio y Washington dicen que las metas provisorias específicas no están sobre la mesa en Hokkaido, aunque los líderes posiblemente reconocerán la necesidad de que los países avanzados las fijen.

Pero es poco probable que un acuerdo que no cumpla las metas de mediano plazo satisfaga a los ecologistas o a los críticos de Fukuda en su país, quienes sostienen que al menos Tokio debe presentar una cifra propia.

Con la participación de varios líderes africanos, esta es la mayor reunión del G8 desde que sus cumbres comenzaron hace más de tres décadas en el Chateau de Rambouillet en las afueras de París, en noviembre del 1975, para discutir la crisis del petróleo y la recesión mundial.

Miles de manifestantes que se oponen a la cumbre del G8 han llegado a Hokkaido para protestar contra el club íntimo de los países ricos. Algunos se quedarán en campamentos en las cercanías, con una fuerte presencia policial para intentar evitar que interrumpan la cumbre.



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