Para alcanzar este resultado, los gobiernos de Alemania y de Noruega se han convertido en aliados clave y apoyarán al Perú mediante dos acciones concretas. Por un lado, Noruega se compromete a pagar por los resultados verificados en materia de deforestación, con un máximo de US$300 millones para el período hasta 2020. A su vez, Alemania continuará con el apoyo que ya viene brindando y considerará realizar nuevas contribuciones en base a los resultados alcanzados por el país. Acompañando este acuerdo, el BID apoyará, con recursos técnicos y financieros para el establecimiento de la condiciones propicias, la gobernanza y la estructura del mecanismo financiero para la aplicación del presente acuerdo.
Estos compromisos fueron anunciados con la firma de una Carta de Intención durante una conferencia de prensa conjunta celebrada ayer por el Presidente del Perú, Ollanta Humala; el Primer Ministro de Noruega, Erna Solberg; y el ministro alemán de Medio Ambiente, Bárbara Hendricks, en la ciudad de Nueva York durante la Semana del Clima que se celebra en esta ciudad.
“Estamos asumiendo un reto significativo de acuerdo con el compromiso global del siglo XXI. Se trata de un acuerdo muy importante para los bosques y el clima. Esta Carta de Intención con Noruega es un gran paso que demuestra la visión de desarrollo sin deforestación, y estamos firmemente comprometidos a implementar los insumos para lograrlo. El apoyo de Alemania y de Noruega nos ayudará en lo que será una retadora fase de transición”, comentó el presidente Humala.
Al firmar esta Carta de Intención, el Perú se compromete a brindar una oportunidad a todos los miembros de la sociedad peruana de participar en el planeamiento e implementación de REDD+ en nuestro país. Asimismo, se compromete a respetar los derechos y propósitos de las comunidades indígenas; a aumentar en 5 millones de hectáreas las áreas tituladas para poblaciones indígenas, así como incluir por lo menos 2 millones de hectáreas a manera de pago por las acciones de conservación de comunidades indígenas.
“La alianza que hoy día presentamos fortalece e impulsa el trabajo que el Ministerio del Ambiente y el Estado Peruano vienen realizando para darle valor al bosque en pie. El enfoque integral de la alianza permite mirar la Amazonía desde el potencial de sus recursos, estudiándola y pensándola en función de nuevos mecanismos de mayor complejidad, ante el cambio climático. Resulta además un anuncio que nos llena de orgullo, especialmente considerando que este año se realizará en Lima la COP20”, resaltó Pulgar-Vidal.
La Carta de Intención esboza importantes esfuerzos realizados por el Gobierno de Perú en tres áreas principales áreas: 1) Transparencia, rendición de cuentas y participación desde diferentes sectores; 2) Derechos y usos de tierras; 3) Reducción de emisión de carbono. En esta línea el Ministerio de Agricultura y el Ministerio del Ambiente trabajarán coordinadamente para el cumplimiento de estos objetivos.
Sobre esta Carta de Intención, la vicepresidente del Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Daysi Zapata, dijo: “La firma de este acuerdo es la primera piedra de una nueva asociación con el Estado Peruano, que tiene por objetivo dirigir las agendas sociales, económicas y ambientales de los indígenas, así como asegurar la conservación de nuestros bosques amazónicos en el largo plazo”.
A su vez, Yolanda Kakabadse, presidente de la WWF-International, remarcó: “Reconocemos el rol vital que los bosques peruanos juegan en la mitigación del cambio climático por emisiones de gases efecto invernadero y en el papel sustentor de la biodiversidad y los numerosos beneficios sociales y ambientales. Aplaudimos este importante compromiso y esperamos que inspire otros similares en favor de la protección forestal”.
Con más de 68 millones de hectáreas de bosques, el Perú tiene uno de los cinco bosques tropicales más grandes, biodiversos y mejor preservados del mundo. Se estima además que aunque los niveles de deforestación son relativamente bajos a nivel mundial, en el Perú se suman alrededor de 71 toneladas de emisiones de carbono. Se calcula que en la Amazonía peruana viven 350 mil indígenas, incluyendo poblaciones no-contactados.
Con este anuncio, Perú reafirma su compromiso por enfrentar el cambio climático y proteger los bosques de actividades y prácticas que dañen su sostenibilidad.