“Con esta investigación hemos podido comprobar cómo especies invasoras como el zorzal patagónico pueden incrementar la presencia de parásitos sanguíneos y hacer que la subsistencia de las especies endémicas peligre”, explica Santiago Merino, investigador del MNCN.
Arriba las especies endémicas, abajo las invasoras. 1) Colibrí de Juan Fernández, Sephanoides fernandensis, Esta especie presenta un marcado dimorfismo sexual, los machos son rojizos, que durante mucho tiempo hizo pensar que hembras y machos pertenecían a diferentes especies. 2) Cachudito de Juan Fernández, Anairetes fernandezianus. 3) el zorzal patagónico, Turdus falcklandii. 4) Colibrí austral, Sephanoides sephaniodes. / Francisco Javier Martínez de la UAH
Arriba las especies endémicas, abajo las invasoras. 1) Colibrí de Juan Fernández, Sephanoides fernandensis, Esta especie presenta un marcado dimorfismo sexual, los machos son rojizos, que durante mucho tiempo hizo pensar que hembras y machos pertenecían a diferentes especies. 2) Cachudito de Juan Fernández, Anairetes fernandezianus. 3) el zorzal patagónico, Turdus falcklandii. 4) Colibrí austral, Sephanoides sephaniodes. / Francisco Javier Martínez de la UAH
El colibrí de Juan Fernández, Sephanoides fernandensis, y el cachudito de Juan Fernández, Anairetes fernandezianus, son dos aves endémicas de la isla Robinson Crusoe (Chile). Según la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), el colibrí está en ‘peligro crítico’, la categoría de riesgo más alta que asigna esta organización, y el cachudito forma parte de las especies ‘casi amenazadas’, es decir, que en un futuro cercano estará en peligro de extinción.
Para llegar a esta conclusión, los científicos han identificado genéticamente los parásitos sanguíneos de cuatro especies de aves: Las dos especies endémicas mencionadas y dos especies invasoras de la isla, el colibrí austral, Sephanoides sephaniodes, y el zorzal patagónico, Turdus falcklandii.
“Con los análisis hemos descubierto que los cachuditos están afectados por un parásito sanguíneo que también afecta al zorzal patagónico, lo que nos hace pensar que el zorzal está actuando como fuente de los parásitos”, explica Merino. “El hecho de que no encontráramos parásitos en el colibrí de Juan Fernández puede deberse a que no llega a infectarse o a que mueren muy rápidamente cuando el parásito les afecta y por eso no los capturamos”, concluye el investigador.
Referencia:
J. Martínez, R.A. Vásquez, C. Venegas y S. Merino. (2014). Molecular characterisation of haemoparasites in forest birds from Robinson Crusoe Island: Is the Austral Thrush a potential threat to endemic birds? Bird Conservation International
DOI: http:// journals.cambridge.org/abstract_S0959270914000227