Cuatro de las plagas más destructivas para la agricultura mundial son en realidad una, y la responsable es la misma mosca de la fruta, según los resultados de una investigación a nivel global publicados hoy. El descubrimiento debería conducir a flexibilizar algunas restricciones al comercio internacional y ayudar a la vez a combatir la capacidad de estos dañinos insectos para reproducirse, según los expertos.
El estudio demuestra que las moscas de la fruta conocidas como oriental, Filipinas, invasora y de la papaya asiática, pertenecen todas a la misma especie biológica, Bactrocera dorsalis, que está causando un daño incalculable a la industria hortícola y la seguridad alimentaria en Asia, África, el Pacífico y algunas zonas de América del Sur.
Este esfuerzo de colaboración internacional, con la participación de cerca de 50 investigadores de 20 países, se inició en 2009 y ha estado coordinado por la FAO y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). La investigación siguió un enfoque integrador, analizando pruebas mediante gran variedad de disciplinas.
La capacidad de identificar con precisión las plagas es fundamental para su manejo, incluyendo medidas como la cuarentena o prohibiciones aplicadas a los productos alimentarios y agrícolas comercializados a nivel internacional, como frutas y hortalizas.
Eliminar las moscas de la fruta exóticas es una gran preocupación para muchos países. Los hallazgos del estudio implican que las restricciones comerciales relacionadas con la mosca oriental de la fruta ahora deberían ahora desaparecer en los casos en que el insecto esté presente tanto en el país importador como en el exportador, según Jorge Hendrichs de la División Mixta FAO/OIEA de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura, con sede en Viena.
"Este resultado tiene importantes implicaciones para la bioseguridad vegetal mundial, en especial para los países en desarrollo de África y Asia", aseguró el autor principal del estudio, Mark Schütze, del Centro de Investigación Cooperativa en Bioseguridad Vegetal (PBCRC, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT).
"Por ejemplo –añadió- la mosca de la fruta invasora, ahora oriental, ha devastado la producción frutícola africana, con pérdidas de cosechas superiores al 80 por ciento y llevado a restricciones comerciales generalizadas, con el rechazo de envíos de productos en Asia, Europa y Japón y un impacto económico y social importante en las comunidades agrícolas".
Uso de machos esterilizados
Los resultados del estudio también simplificarán técnicas como el uso de machos esterilizados para evitar el crecimiento de las poblaciones de insectos.
La técnica del insecto estéril es una forma de controlar la natalidad de insectos, que consiste en liberar en masa moscas macho que han sido esterilizadas con dosis bajas de radiación en las zonas infestadas, donde se aparean con las hembras silvestres. Al no tener descendencia, la técnica puede suprimir, si se aplica sistemáticamente en un área geográfica amplia, a las poblaciones de moscas silvestres sin perjudicar al medio ambiente. Los Laboratorios de Agricultura y Biotecnología de la FAO/OIEA han demostrado que los cuatro moscas de la fruta pueden cruzarse libremente, lo que significa que en lugar de utilizar machos de las cuatro especies supuestamente diferentes, pueden usarse ahora machos estériles de la mosca oriental de la fruta producidos en masa contra todas las diferentes poblaciones de esta plaga.
"A nivel mundial, aceptar que estas cuatro plagas son una sola especie llevará a reducir las barreras al comercio internacional, mejorar la gestión de plagas, facilitar la cooperación transfronteriza internacional, medidas más eficaces de cuarentena, la aplicación más amplia de tratamientos post-cosecha, la mejora de la investigación fundamental y, lo más importante, a incrementar la seguridad alimentaria de algunas de las naciones más pobres del mundo", explicó Schütze.
Los resultados del estudio coordinado FAO/OIEA, que han sido publicados en la revista Systematic Entomology, significan que las cuatro especies de mosca de la fruta, previamente consideradas distintas, se unificarán ahora con un nombre único: Bactrocera dorsalis, mosca oriental de la fruta.