Esta es la conclusión de un estudio del Banco Mundial, cuyo capítulo dedicado a América Latina y el Caribe fue presentado ayer en Washington, coincidiendo con la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, que se está celebrando en Lima.
El informe estudia las consecuencias que tendría en la región el calentamiento actual, de 0,8ºC, y tal vez el futuro (entre 2ºC y 4ºC por encima de los niveles preindustriales) en los ecosistemas de la región.
El análisis se basa en un informe del Banco de 2012 que concluyó que el planeta se calentaría en unos 4ºC para finales de este siglo si no se toman medidas inmediatas.
En Brasil, los rendimientos de los cultivos podrían reducirse hasta en un 70% para la soja y en un 50% para el trigo, si la temperatura del planeta aumenta 2 grados centígrados para el año 2050.
La acidificación de los océanos, los ciclones tropicales y los cambios de temperatura afectarán las formas de vida costera, el turismo, la salud e incluso la seguridad alimentaria, especialmente en el Caribe. El derretimiento de los glaciares supone un peligro para las ciudades andinas.
Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, dijo durante la presentación, que el informe pone en evidencia los desafíos de la región y que esto debe ser un primer paso para prepararse e implementar políticas que eviten los impactos más severos de un clima cambiante.