A raíz de una queja de WWF, la Comisión Europea ha abierto un procedimiento de infracción contra España por el mal estado del acuífero de Doñana y por la forma en que está afectando a la conservación de sus ecosistemas.
WWF España ha sido informada de que la Comisión Europea ha decidido abrir un procedimiento de infracción contra España por las extracciones abusivas del acuífero de Doñana y la vulneración de las Directivas de Hábitats y Marco del Agua. La queja, que en 2010 presentó WWF ante la CE denunciando el mal estado y la defectuosa gestión de las aguas subterráneas en Doñana, ha tenido finalmente su resultado más lógico, por lo que a partir de ahora, España deberá justificar qué medidas está tomando para mejorar el estado del acuífero de Doñana.
Tras la presentación del informe de WWF, la CE solicitó información a España, esperando que estos problemas fueran identificados y solucionados con la aprobación del Plan Hidrológico del Guadalquivir y el Plan Especial de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte Forestal de Doñana (conocido como “Plan de la Fresa”). Sin embargo, no ha sido así, por lo que la Comisión considera que hay indicios suficientes de incumplimiento de, al menos, dos directivas europeas, por lo que ha decidido abrir el procedimiento de infracción. Si el asunto no es solucionado, terminará en los Tribunales de la UE.
WWF considera que, con la apertura del Procedimiento de Infracción, Bruselas está dando un mensaje muy claro de que ni el trasvase de aguas a Doñana ni el Plan de la Fresa van a resolver los problemas del agua en la zona. Hay que recordar que la Directiva Marco del Agua exige aplicar medidas básicas de gestión de la demanda, como el estímulo del ahorro o el control de las prácticas ilegales, antes de plantear otras medidas apoyadas en infraestructuras, como el trasvase al Condado, algo que no ha ocurrido en Doñana.
Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España, ha comentado: “La Comisión está recordando a España que no va por buen camino en la gestión del agua en Doñana. Esto no sólo supone un riesgo para los ecosistemas de este espacio Patrimonio de la Humanidad, sino que también lo es para los pueblos y las fincas que se abastecen de él”. Y concluye: “esperamos que tanto la Confederación del Guadalquivir como la Junta de Andalucía den un giro a sus políticas y aprovechen las oportunidades que da el marco legal europeo para resolver los problemas del acuífero de Doñana”.