El ganadero Antonio Gamonal sabe que la Unión Europea y todas las administraciones públicas españolas están volcadas en demostrar que la red Natura 2000 puede generar muchas oportunidades para los profesionales de varios sectores, pero está convencido de que las autoridades deben ser también conocedoras de las reticencias y los recelos que esta red ecológica despierta entre muchos de esos profesionales.
“La red Natura 2000 nos tiene que demostrar que efectivamente va a ser una ayuda más que una carga; ésa es la apuesta”, ha señalado Gamonal , en la que mantiene que, “aunque sea paradójico, de momento la red Natura 2000 está siendo una carga”.
Antonio Gamonal preside la Asociación de Ganaderos 2008, y defiende además los intereses del sector ganadero en la Federación Española de Pastores y Ganaderos y en la asociación Acción por la Dehesa, desde las que intenta impulsar acciones que contribuyan a que la dehesa, considerada como “el sistema agrario de alto valor natural más extenso de Europa”, sea sostenible desde el punto de vista económico y ambiental.
Se refiere además a la necesidad de que no exista ningún tipo de limitación que no tenga como contrapartida una compensación, y mantiene: “la red Natura 2000 genera toda una serie de limitaciones al desarrollo y sin embargo no tiene compensaciones”.
La dehesa, en riesgo de convertirse en un sistema inviable
Como ejemplo, cita la necesaria regeneración de la dehesa, algo que no pueden acometer solos los titulares de las explotaciones por la elevada inversión que requiere. La asociación Acción por la Dehesa a la que pertenece ha alertado de que se trata de un ecosistema que está en riesgo de desaparecer y del peligro de que se convierta “en un sistema exhausto e inviable”.
Antonio Gamonal ha explicado que se trata de un sistema “agrosilvopastoril” basado “en un equilibrio inestable que hay que estar continuamente corrigiendo; un equilibrio entre naturaleza, ganado y economía”.
Subraya además que es el ganado el que “modula” el terreno, y que es tan peligroso el sobrepastoreo, “como el que está ocurriendo ahora en muchos lugares”, como el infrapastoreo, que pueda conducir al abandono, lo que a su juicio supondría “que la dehesa desaparecería y volveríamos al bosque mediterráneo, a una situación donde no se puede dar una supervivencia económica”.
“Necesitamos que haya naturaleza, que haya árboles en buenas condiciones, que haya pasto que alimente al ganado, que haya ganado en una proporción adecuada a las hectáreas, y que haya un ser humano que pueda sobrevivir económicamente”.
Ese equilibrio está en la actualidad “en precario”, según este ganadero, y mantiene que los titulares de las explotaciones necesitan el apoyo institucional para afrontar la regeneración de estos ecosistemas y crear “una nueva dehesa”.