La introducción de especies exóticas en lugares ajenos a su distribución suele ocasionar un grave impacto negativo sobre las poblaciones de animales nativos y sobre la estructura de las comunidades de las que forman parte. Este impacto es aún mucho mayor cuando la introducción se produce en islas oceánicas, como es el caso del archipiélago canario. Así, existen multitud de ejemplos conocidos en los que la introducción de especies en otros archipiélagos ha llevado a una reducción alarmante de la población, e incluso a la extinción de las especies endémicas, siendo las aves un claro exponente.
De las más de 30 especies de vertebrados terrestres introducidos en Canarias, los gatos asilvestrados constituyen uno de los máximos exponentes de amenaza para la avifauna canaria, al afectar a especies endémicas como las palomas rabiche y turqué, el pinzón azul de Gran Canaria, la tarabilla canaria y muy especialmente a las aves marinas (pardelas, petreles y paíños), un grupo de especies amenazado a nivel nacional e internacional, para las que la depredación por gatos asilvestrados supone una de las amenazas más graves. Además, varios estudios de dieta de gatos en Canarias demuestran que los reptiles forman parte importante de la dieta, con una frecuencia de aparición de hasta casi el 75% (Nogales et al., 1990), lo que aumenta cuando escasean presas como el conejo (Nogales y Medina, 1996).
Algunos ejemplos ilustrativos se han dado en el Islote de Lobos (Fuerteventura), donde han sido encontrados años atrás los restos de más de doscientas cuarenta alas de paíños, además de otras tantas de petrel de Bulwer y pardela chica depredados por gatos, o más recientemente en La Graciosa, donde han aparecido más de 120 alas de petrel de Bulwer, además de otras especies como paíño pechialbo y paiño europeo el pasado verano de 2014; todas estas aves habían sido depredadas por gatos que merodeaban por zonas donde criaban estas aves marinas. Hay que recordar que tanto la isla de Lobos como La Graciosa forman parte de la Red Natura 2000 por su importante biodiversidad y que esta última está incluida dentro del Parque Natural del Archipiélago Chinijo. Este espacio natural protegido cuenta con unas normas de regulación y uso de actividades, contempladas dentro de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias, donde se indica entre los “Usos Prohibidos” en el interior de estos espacios protegidos: Se consideran usos o actividades “prohibidos” aquellos que sean incompatibles con las finalidades de protección del espacio natural, especialmente los siguientes: La introducción en el medio natural de especies no autóctonas de la fauna y flora silvestre.
Ante esta amenaza, SEO/BirdLife ha insistido en los últimos años en la necesidad de regular la entrada de especies exóticas en las islas, así como controlar y/o erradicar aquellas especies que suponen un peligro grave para las especies autóctonas de Canarias. Así, en aquellos espacios donde se han detectado casos de depredación sobre poblaciones de aves, las administraciones pertinentes deben llevar a cabo programas de control que impidan estos daños (como viene recogido en los planes de gestión de algunos espacios protegidos), a la vez que campañas de información y sensibilización entre la población sobre la amenaza potencial que suponen para la fauna autóctona de las islas. En el caso de las mascotas, éstas deben permanecer bajo el control de sus dueños, de modo que no produzcan daños a la biodiversidad, máxime cuando en la legislación canaria existe una prohibición expresa en cuanto a la introducción de estas mascotas en el medio natural.
Control y no exterminio de gatos
A raíz del informe publicado por SEO/BirdLife Lugares a restaurar para frenar la pérdida de biodiversidad, en el que se señalan una serie de lugares en Canarias cuya biodiversidad se está viendo afectada por la depredación de especies exóticas introducidas como gatos y ratas, se ha creado una cierta polémica ante la recomendación de SEO/BirdLife de controlar, y en su caso erradicar, los gatos asilvestrados de las zonas más sensibles, como es el caso de La Graciosa, con el fin de intentar conservar sus colonias de aves marinas y garantizar el cumplimiento de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias, lo que ha llevado incluso a la recogida de firmas en su contra.
SEO/BirdLife ha considerado que la presencia de gastos asilvestrados o vagabundos en esos lugares importantes para las aves y otros grupos de fauna amenazados, como es el caso de los lagartos gigantes en otras islas del archipiélago, no es compatible con la conservación de las especies amenazadas y contraviene la legislación. De manera que las poblaciones de gatos asilvestrados deben ser controladas, mediante su captura y posterior manejo o traslado, siguiendo la normativa legal al efecto, para garantizar su erradicación en estos islotes. La erradicación en el medio natural de las poblaciones de gatos asilvestrados en Canarias, y más concretamente en la Graciosa, se refiere a su desaparición en estado silvestre, pero en ningún caso se ha propuesto su sacrificio.
Debe asegurarse igualmente, una tenencia responsable de los gatos que son adquiridos como mascotas, y esto pasa por permanecer controlados y evitar que transiten libremente por el entorno natural, tal como recoge que la Ley 8/1991, de Protección de los Animales, que prohíbe la tenencia de animales en lugares donde no pueda ejercerse la adecuada atención y vigilancia. Además, como cualquier mascota, han de ser debidamente marcados y atendidos sanitariamente, esterilizados en su caso para evitar su reproducción incontrolada, y en definitiva controlados para que no puedan depredar sobre la fauna autóctona.
Estas recomendaciones, amparadas por la comunidad científica y por la normativa legal vigente, se alejan totalmente del concepto de “exterminio” con el que se ha calificado erróneamente las recomendaciones hechas por SEO/BirdLife, y que supondría acabar con todos los gatos de las islas.
Desde SEO/BirdLife se reitera la necesidad de llevar a cabo campañas de información y sensibilización sobre la problemática que supone la introducción y afección de especies exóticas en Canarias, y de forma particular la problemática que ocasionan los gatos asilvestrados y errantes sobre la biodiversidad canaria, así como los protocolos y pautas de comportamiento a seguir para garantizar una adecuada tenencia de estas mascotas que no perjudique a la biodiversidad de las islas.