Un grupo de investigadores de las universidades Pablo de Olavide de Sevilla y Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias del CSIC han llevado a cabo un estudio, que se publicará próximamente en la revista Journal of Climate de la American Meteorological Society, que evidencia que el verano europeo se ha alargado de forma significativa desde finales de la década de los 70 a un ritmo medio de alrededor de 6 días por década.
El estudio muestra que factores como el calentamiento global y la Oscilación Multidecadal del Atlántico han contribuido a esta tendencia. La autora principal del trabajo ha sido la profesora de la Universidad Pablo de Olavide, Cristina Peña Ortiz, que ha trabajado en colaboración con los investigadores Ricardo García Herrera y David Barriopedro Cepero de la Universidad Complutense de Madrid y el Instituto de Geociencias del CSIC, respectivamente.
En este trabajo se analiza la variabilidad multidecadal de las fechas de inicio y final así como de la duración del verano. Para calcular el momento de inicio y final del verano estos investigadores han creado un algoritmo objetivo basado en umbrales locales de temperatura que han aplicado a la base de datos E-OBS, formada a partir de datos diarios de temperatura recogidos en observatorios de toda Europa, para el periodo 1950-2012. Los resultados revelan un alargamiento promedio del verano de 2.4 días por década para el periodo 1950-2012. Sin embargo, esta tendencia está confinada al periodo posterior a 1979 cuando el alargamiento alcanza valores de entre 5 y 12 días por década sobre el oeste de Europa y la región del Mediterráneo. Por el contrario, un acortamiento generalizado del verano se detecta para el periodo 1950-1978. Estos cambios son consistentes con tendencias positivas de temperatura observadas durante los meses de junio y septiembre en Europa y que, evidentemente, afectan a las fechas de inicio y final del verano.
Este estudio muestra cómo los cambios encontrados en la duración del verano pueden explicarse por una superposición de la señal de la Oscilación Multidecadal del Atlántico, un modo de variabilidad natural caracterizado por cambios en la temperatura superficial del Atlántico Norte, y de una tendencia de larga duración hacia veranos más largos asociada al calentamiento global de origen antropogénico.
Cristina Peña Ortiz, David Barriopedro y Ricardo García Herrera (2015) Multidecadal variability of the summer length in Europe. Journal of Climate. http://journals.ametsoc.org/doi/pdf/10.1175/JCLI-D-14-00429.1