La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha adoptado un nuevo plan estratégico que aborda, entre otras cosas, la reducción del riesgo de desastres, así como la adaptación al cambio climático y el desarrollo sostenible. El plan estará vigente de 2016 a 2019.
Durante el Congreso cuatrienal de ese organismo, celebrado en Ginebra, Jarraud destacó que el impacto del clima extremo se sentirá cada vez con más frecuencia debido al cambio climático.
Añadió que el aumento de las temperaturas, las cifras récord de gases de efecto invernadero, y el calentamiento y acidificación de los océanos están teniendo graves consecuencias para la humanidad.
No obstante, alertó que todavía hay tiempo de prevenir un daño irreversible y alentó a los países a actuar con rapidez y tomar medidas al respecto.
Jarraud también detalló que las pérdidas por catástrofes naturales se estiman entre 10.000 y 50.000 millones de dólares anuales a nivel global.
Además, recordó que entre 1970 y 2012, casi dos millones de personas fallecieron a causa de fenómenos meteorológicos y, aunque la cifra registra una tendencia a la baja, advirtió que la rápida urbanización, especialmente en zonas costeras, está exponiendo a más población a múltiples riesgos de ese tipo.