El grupo bodeguero Matarromera prevé para este año una producción de gran calidad en cuanto a mayor concentración en compuestos beneficiosos de la uva (polifenoles, taninos, azúcares, etc.) gracias a los indicativos ofrecidos en la monitorización de los viñedos, que tiene ubicados en la Denominación de Origen (DO) Rueda, en la parcela Las Marcas en la localidad de Matapozuelos.
De cara a la vendimia de este año, la captura de información precisa a través de su estación meteorológica, sondas de humedad y tensiómetros, ha sido clave para determinar las necesidades nutricionales de sus viñedos y posibles enfermedades o carencias así como estimar el momento optimo de vendimia realizando comparativas con años anteriores, para conseguir uvas de máxima calidad.
La recogida de estos datos, entre los que se encuentran la temperatura del suelo y la radiación solar, las precipitaciones, así como la humedad y la capacidad de retención del suelo, se desprende un aumento de la temperatura media de este año respecto al año 2014. A principios del mes de julio la temperatura del suelo ha alcanzado los 26 grados de máxima y los 23 de mínima, con un promedio de 24’6 grados.
El descenso de las precipitaciones, 3’6 milímetros en mayo, 10’2 en junio y 0 en julio, determina un estado hídrico de la vid medio debido a un índice de humedad más bajo que el año anterior, un indicativo muy importante para lograr un óptimo desarrollo de la raíz y de las partes verdes de la misma. En este sentido, a través de sondas capacitivas que miden el contenido de la humedad del suelo y los tensiómetros que dan a conocer el esfuerzo que han de realizar las raíces para extraer del suelo la humedad, se han tomado medidas de riego en momentos de carencia de agua.
Como consecuencia de todas estas condiciones y los datos extraídos, fuentes de la empresa bodeguera afirman que el riesgo de enfermedades fúngicas de la planta es bajo y se prevé un estado fitosanitario óptimo de la vid. Por otra parte, también apuntan que lo ideal para la planta sería que durante la noche las temperaturas fueran un poco más bajas y hubiera mayor diferencia de temperaturas entre el día y la noche.
Finalmente, el ciclo vegetativo de los viñedos de la bodega se desarrolla a un ritmo adecuado e incluso ligeramente adelantado, acorde con las condiciones climáticas actuales. La apariencia del viñedo, con bayas en forma y tamaño guisante, hace prever una buena vendimia desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo aunque hay que tener en cuenta que el periodo crítico para la planta se extiende desde mediados de agosto hasta la vendimia, que se prevé a principios de octubre.