Negociadores de 193 países han acordado en las Naciones Unidas un borrador de proyecto para el desarrollo sostenible que tendrá vigencia hasta 2030. El acuerdo redefinirá cómo la comunidad global trabaja en conjunto para hacer frente a la pobreza y mejorar la calidad de vida, mientras protege el medio ambiente.
El plan, conocido como la Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible, hace un llamamiento a los países y a sus ciudadanos para que respeten y salvaguarden el planeta. Además, reconoce que una gestión adecuada de los recursos naturales es la base para un desarrollo económico y social.
“Hoy el mundo ha dado un gran paso hacia el camino de vivir en armonía con la naturaleza”, dijo Deon Nel, Director de Conservación de WWF Internacional. “Felicitamos a los negociadores por las acciones audaces que están tomando. Esta es una jugada clave para dar forma al sueño de un mundo donde las personas, el planeta y la prosperidad estén juntos”.
El documento borrador describe 17 ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que van desde la pobreza, pasando por equidad de género y desarrollo sostenible, hasta cambio climático y protección de los recursos marinos.
Los ODS son objetivos universales que comprometerán a todos los países a tomar acción dentro de sus propias fronteras y a apoyar esfuerzos internacionales. Los compromisos nacionales individuales deben sumar a un resultado global que ayude a todas las personas y que garantice un medio ambiente saludable.
El nuevo plan de desarrollo representa una importante mejora respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de las Naciones Unidas, ya que reconoce los vínculos entre la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos, la erradicación de la pobreza, el desarrollo económico y el bienestar humano.
“Estamos a punto de cambiar la manera cómo pensamos acerca del desarrollo de nuestras sociedades. Finalmente, podemos unir estrategias para asegurar que nadie se quede por fuera y que protejamos la base de recursos naturales que sustenta nuestro bienestar”, afirmó Elaine Geyer-Allély, Jefa de la Delegación WWF para las Negociaciones.
Cerca del 90% de la producción económica de las personas que viven en pobreza extrema viene de la naturaleza. La mayoría de las comunidades pobres del mundo están involucradas en agricultura, pesca y ganadería, actividades que dependen de la naturaleza para producir alimentos e ingresos.
“La naturaleza y los servicios que provee, tales como un suelo fértil y agua limpia, son vitales para nuestra existencia. La visión del plan está basada en el hecho de que el desarrollo económico y social solo puede ser posible si protegemos los recursos naturales”, afirmó Nel.
Los líderes gubernamentales se reunirán en Nueva York el próximo septiembre para alcanzar un acuerdo formal sobre el plan.
“Es crucial que los gobiernos lleguen a la Cumbre listos para comprometerse totalmente con estos objetivos globales. Cuando esto suceda, WWF estará dispuesto a colaborar con esta agenda centrada en el bienestar de las personas y del planeta. Solo a través de acciones comprometidas de todos los países y sus ciudadanos, podremos proteger la vida silvestre, los océanos, las fuentes de agua dulce y los bosques, al tiempo que le haremos frente al cambio climático y fortaleceremos nuestras habilidades para mantener el planeta”, concluyó Geyer-Allély.