Miles de personas tuvieron que abandonar sus casas en Atenas tras desatarse un incendio forestal en el norte de la capital, al tiempo que las autoridades se vieron obligadas a cerrar la autopista principal de la capital griega, informó ayer la Policía.
Siete aviones y 25 camiones de bomberos se desplazaron a la localidad de Kryoneri, a las afueras de Atenas, para combatir las llamas, que ya han alcanzado los jardines de algunas viviendas, aunque según informaron los agentes de Policía, no se ha quemado ninguna casa.