Mientras que los políticos se esfuerzan en llegar a un acuerdo que limite el aumento de las temperaturas en 2 ºC para finales del siglo, un grupo de científicos ha publicado varios artículos de opinión en el grupo Nature en el que ponen en duda que ese sea el objetivo para evitar los peligros asociados al cambio climático. Coinciden con ellos los investigadores que acuden esta semana a la COP21 en París.
En la Conferencia de las Partes (COP21), que se celebra estos días en París, se espera llegar a un acuerdo sobre una trayectoria de emisiones de gases de efecto invernadero que limite el aumento de la temperatura global a menos de 2 ºC, respecto a los niveles preindustriales. Así lo acordaron los gobiernos en la cumbre del clima de Copenhague en 2009.
Sin embargo, para los científicos este objetivo se queda corto. "Los 2 ºC no son un objetivo seguro a largo plazo", aseguran los investigadores consultados en la COP21. Para ellos el límite debería estar en 1,5 ºC. En este sentido, varias revistas del grupo Nature publica hoy varios artículos de opinión en los que se critica también ese objetivo climático.
Según un trabajo de Nature Geoscience, "ninguna evaluación científica ha justificado claramente o defendido el objetivo de 2 °C como un nivel seguro de calentamiento. Este no es un problema que la ciencia por sí sola puede resolver”, afirman los cuatro científicos firmantes de este artículo procedentes del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y el Clima de Suiza, y del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados austriaco.
En realidad, “los 2 ºC ya son peligrosos”, dice en rueda de prensa Kaisa Kosonen
Se estableció esa cifra porque los 2 ºC se han percibido de forma universal como una meta aceptada por los científicos, como un límite de seguridad que evita el peligroso cambio climático. Pero en realidad, “los 2 ºC ya son peligrosos”, dice en rueda de prensa Kaisa Kosonen, experta del clima de Greenpeace.
Acordar cómo actuar sin poner límites
Por otro lado, la evidencia científica sugiere que el rápido aumento de las emisiones globales de dióxido de carbono de la industria y de la quema de combustibles fósiles desde el año 2000 se ha desacelerado notablemente, o incluso invertido, en los últimos dos años.
Este hecho se produce a pesar de seguir con el mismo modelo de crecimiento económico, según los datos presentados en otro comentario de la revista Nature Climate Change.
Este trabajo crítica el objetivo climático de 2 ºC y argumentan que la atención debe dirigirse a mitigar las emisiones peligrosas en lugar de debatir determinados objetivos de temperatura.
Los científicos sugieren que este desacoplamiento de las emisiones del crecimiento económico podría deberse a algunas economías emergentes y al establecimiento de un movimiento de disminuir el uso de carbón en favor de fuentes de energía renovable.
Sin embargo, en este artículo de opinión también advierten de que las incertidumbres en las emisiones en las próximas décadas, en particular en China, hacen que sea difícil determinar si todavía no se ha llegado a la cima de las emisiones globales anuales.
La evidencia científica sugiere que el rápido aumento de las emisiones globales se ha desacelerado notablemente desde el año 2000
De la misma opinión es Martin Kaiser, jefe de políticas climáticas internacionales de Greenpeace: “No se ha conseguido por casualidad. No es ninguna sorpresa, gracias a la caída del consumo de combustibles fósiles en China y la revolución de las renovales”, añade.
Por este motivo los ecologistas se muestran prudentes. “Dos años de aparente estabilidad en las emisiones no marcan tendencia. Con una cantidad de CO2 en la atmósfera que alcanza los 400 pp, y con cada tonelada de petróleo, carbón o gas que quemamos, empeoramos la situación”, apunta Kaiser.
Tecnología y sanciones contra el cambio climático
Para reducir el límite de calentamiento global a menos de 2 ºC, otro equipo de investigadores asegura que se podría conseguir con un uso a gran escala de tecnologías de emisiones negativas (NETs, por sus siglas en inglés).
“Estamos cuantificando los potenciales impactos globales de las diferentes redes –en la tierra, el agua, los nutrientes o la energía– para determinar los límites biofísicos y costos económicos para su aplicación generalizada", subrayan en el trabajo.
Por su parte, James Thornton y Howard Covington, abogados medioambientales de ClientEarth han usado casos legales para trazar un enfoque que podría, en el futuro, llevar a órdenes judiciales para restringir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de importantes contribuyentes al cambio climático. El comentario se publica también en la revista Nature Geoscience.
Finalmente, en otro comentario de esta revista, se argumenta que unos principios de mitigación ambiciosos son la clave para luchar contra el cambio climático, particularmente en los sectores donde los impactos del cambio global crecen rápidamente en relación con niveles relativamente bajos de calentamiento.
Científicos y expertos piden en la COP21 que se incluya el objetivo de 1,5 ºC en el texto del acuerdo
“Las emisiones tienen que empezar a bajar rápido si queremos mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 ºC o 2 ºC. El año 2015 ya se anuncia como el más cálido de los registros”, señala el portavoz de Greenpeace.
El objetivo de 1,5 ºC en el texto
El acuerdo de París incluirá el límite de 2 ºC de aumento de las temperaturas para finales de siglo, pero científicos y expertos piden en la COP21 que se incluya el objetivo de 1,5 ºC en el texto del acuerdo.
Para los científicos consultados en la COP21, incluir el objetivo de 1,5 ºC en el texto implicaría que para 2050 se puedan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 70% y el 95%, mientras que con 2 ºC se disminuirán entre 40% y 70% para 20150.
Además con esta limitación se alcanzaría antes el objetivo de cero emisiones previsto para 2080-2090 con el objetivo de 2 ºC. Con un límite de 1,5 ºC las cero emisiones se alcanzarían en 2060-2080.
Limitar el objetivo a 1,5 ºC “es realista si dejamos de emitir gases de efecto invernadero mañana”, aseguran. Para ello, “no hay alternativa a las cero emisiones. Hay que pararlas”, zanjan.