Las dos plantaciones experimentales de azafrán ecológico que se llevó a cabo hace un año en Ocón y Munilla dentro del Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera de La Rioja 2014-2023 han tenido la respuesta esperada en cuanto a crecimiento y producción.
A la espera de analizar la evolución del cultivo en las siguientes campañas, esta primera cosecha ha generado expectativas sobre su viabilidad en los valles del Valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama.
El rendimiento obtenido en la parcela de 600 metros situada en Munilla ha sido de 21 gramos; mientras que en la de Ocón, con 400 metros, fue de 27 gramos.
El precio actual del azafrán para los agricultores de cultivo convencional ronda los 2.800 €/kg siendo el del ecológico algo superior.
Las primeras labores de plantación de los bulbos de azafrán en las dos parcelas seleccionadas en Ocón y Munilla se realizaron a finales de junio y julio de 2015, respectivamente.
El cálculo estimado de trabajo manual para el cultivo del azafrán es de aproximadamente 1.100 horas por hectárea y año.
Con estas plantaciones piloto de azafrán en la Reserva no sólo se pretende recuperar un cultivo del que sí se tenía constancia en el valle del Alhama, sino poder facilitar un importante complemento de renta para el agricultor. Por otro lado, el azafrán desempeña una labor de cohesión social, dadas las peculiaridades de la recogida y preparación posterior del producto para su consumo.
En este sentido, se trata de un cultivo con gran impacto social por su alta demanda de trabajo no mecanizado y la histórica participación de la mujer en el mismo, lo que supone un valor añadido para un entorno rural como el de la Reserva de la Biosfera riojana.
El plan de acción diseñado desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Calidad Ambiental y Agua, incluye diversas líneas de trabajo cuyo objetivo es la diversificación de las actividades económicas sostenibles en este territorio riojano, con el fin de evitar su despoblamiento.
Las plantas medicinales y aromáticas son uno de los recursos con los que se está trabajando para potenciar el desarrollo rural, tratando de fijar población y evitar el despoblamiento.
Además, los beneficios ambientales que reporta el aprovechamiento sostenible y el cultivo de este tipo de plantas son múltiples: supone una protección del medio natural y la biodiversidad, una defensa contra la erosión, el aprovechamiento de tierras marginales o yermas, la posibilidad de desarrollo de la apicultura, con la que presenta muchas sinergias mediante la polinización de plantas melíferas, e incluso el desarrollo de la agricultura ecológica a través de plantas biocidas.
Para tener más información sobre el cultivo experimental de azafrán ecológico en la Reserva de la Biosfera de los Valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama se puede consulta en el siguiente enlace web.