Múltiples focos de incendios azotan bosques y pastizales de la central provincia argentina de Córdoba, lo que provocó evacuaciones de viviendas, cancelación de vuelos comerciales y presencia de humo y cenizas en la capital provincial, mientras el Gobierno declaró «alerta roja».

La mayoría de las zonas afectadas, separadas entre sí con un frente de fuego de 25 kilómetros, comenzaron a arder el pasado fin de semana, una situación que agravada por el viento, según informó la agencia argentina TELAM.

El subdirector del Plan Provincial del Manejo del Fuego, Diego Concha, explicó ayer que «en el transcurso de la madrugada se evacuaron 125 personas en la zona de La Granja y otras 40 en el sector de Ascochinga», en el norte de Córdoba. «Hay camiones cisterna y 45 autobombas, además de tres aviones del Plan Nacional del Manejo del Fuego, junto a otros tres del plan provincial y un helicóptero militar», añadió Concha.

El ministro de Gobierno de la provincia, Carlos Caserio, ofreció una rueda de prensa con Concha, en la que dijo que, «por el momento, es imposible hacer una estimación de las áreas afectadas por las llamas». «La provincia tiene alerta roja de incendios, lo que significa que todos los cuarteles de bomberos están a disposición del Plan de Manejo del Fuego».

Concha aseguró que no hubo viviendas afectadas a raíz de los incendios que afectan a vastas regiones de las serranías, donde las llamas ya consumieron varios miles de hectáreas.

«FUEGO INCONTROLABLE»

El vicegobernador de Córdoba, Héctor Campana, se puso al frente del Comité de Emergencias, y reconoció que «el fuego está incontrolable».

Asimismo, el subdirector del Plan Provincial del Manejo del Fuego explicó que se ha instalado una base de coordinación en la localidad de Ascochinga, 50 kilómetros en el norte de Córdoba, con 375 bomberos voluntarios, el apoyo de la Cruz Roja, bomberos de la Policía provincial y ambulancias.

Concha señaló que «anoche fueron evacuadas del pueblo La Granja, en las Sierras Chicas, 125 personas y 40 en Ascochinga, las que con el correr de las horas, van retornando a sus hogares». El funcionario añadió que durante esta jornada 70 policías se sumaron a la tarea, con el objetivo de permitir descansar a los bomberos.

«El estado de los incendios es complicado, ya que hay mucha pastura y lo que era cola de incendio, al rotar el viento al sur, se ha convertido en cabeza de incendio», agregó.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, el próximo jueves habrá lloviznas y hasta nevadas, «condiciones que serían muy favorables para colaborar en la extinción de los incendios», sostuvo Concha.

COLABORACIÓN

El subdirector del Plan de Manejo del Fuego destacó, además, que se trabajaba «con un gran caudal humano, el apoyo de seis aviones hidrantes que han hecho base en La Cumbre, un helicóptero y dos aviones vigía» e insistió en que la prioridad «es la preservación de vidas, y evacuaremos a la gente cuando el fuego esté cerca de los sitios habitados».

Asimismo, se reactivó un foco de incendio, lo que generó numerosas nubes de humo, que se propagaban por una vasta región del Valle de Punilla. Al respecto, el jefe de bomberos voluntarios de Carlos Paz, Marcelo Sornada, dijo que el fuego fue controlado al igual que en Bahía Los Mimbres y en camino a Cabalango, cerca de la villa serrana, y se encontraba en «guardia de cenizas».

El humo de los incendios en la zona de influencia del aeropuerto internacional Ambrosio Taravella redujeron la visibilidad a menos de mil metros y obligaron a suspender temporalmente la llegada de aviones.



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