La directora general de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, Sinesia Medina, presidió ayer un encuentro entre técnicos de las dos administraciones en el que se analizó la aplicación de un reglamento europeo en la materia
Expertos del Gobierno canario y de la Administración del Estado sentaron ayer las bases para la elaboración de la Lista de Especies Exóticas Invasoras Preocupantes para Canarias en un encuentro celebrado en Tenerife, bajo la presidencia de la directora general de la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Ejecutivo canario, Sinesia Medina, y a instancia de dicho departamento autonómico.
Durante esta reunión, técnicos de las áreas de biodiversidad, agricultura, ganadería, sanidad animal y vegetal, y comercio exterior de las dos administraciones analizaron la aplicación del Reglamento 1143/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de octubre de 2014, sobre la prevención y la gestión de la introducción y propagación de especies exóticas invasoras.
Las bases para la elaboración de la Lista de Especies Exóticas Invasoras Preocupantes para Canarias se expusieron conforme el artículo 6 del Reglamento antes mencionado, el cual establece que, como muy tarde el 2 de enero de 2017, cada Estado miembro que cuente con regiones ultraperiféricas deberá adoptar para cada una de esas regiones una lista de especies exóticas invasoras preocupantes, en consulta con ellas.
Las especies exóticas invasoras son un problema importante y de creciente magnitud en toda la Unión Europea (UE), ya que, además de constituir una de las principales fuentes de pérdida de biodiversidad, causan también daños económicos y sociales significativos.
En conjunto, se estima que estas especies exóticas invasoras cuestan a la economía europea más de 12.000 millones de euros al año, cifra que crece constantemente.
A la vista de ello, la Unión Europea ha adoptado el citado Reglamento sobre especies exóticas invasoras que establece un marco jurídico coordinado a nivel de la UE para prevenir, minimizar y mitigar los efectos adversos de este tipo de especies sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, y para limitar sus daños sobre la economía y la salud humana.