Polinización
Los motores de la evolución de la enorme diversidad de los tipos de flores que observamos en la naturaleza son en gran parte debido a los cambios en los tipos de polinizadores. Según el color, la forma o aroma emitido, la flor atraerá a un tipo u otro de polinizador.
La selección natural provoca que estos cambios se estabilicen, creen barreras reproductivas y se originen nuevas especies. Sin embargo, los cambios en los tipos celulares de la superficie de los pétalos era un rasgo floral aún poco estudiado y cuya trascendencia en la polinización era hasta ahora desconocida.
En un trabajo, publicado esta semana en la revista Biology Letters se descubre cómo los cambios en polinizadores de insectos a aves en las islas macaronésicas (Canarias, Madeira, Azores y Cabo Verde) han provocado de forma paralela modificaciones en este rasgo floral en todos los grupos de especies de distintas familias en donde se ha dado esta circunstancia.
El equipo de científicos, investigó mediante microscopía óptica y electrónica de barrido el tipo de células de la superficie de los pétalos de un total de 81 especies y subespecies, entre las que se contaban 19 de las 23 especies insulares que se conoce son polinizadas por paseriformes oportunistas (currucas, herrerillos y mosquiteros) en las islas y que constituyen el llamado Elemento Ornitófilo Macaronésico.
El efecto de la polinización en las flores
Los investigadores concluyen que la micromorfología de la superficie de los pétalos representa un carácter de gran importancia en la interacción planta-polinizador y que constituye un rasgo que cambia dependiendo de los tipos de polinización tanto como el color o la forma de la flor.
El trabajo también recalca que las células papiladas tienden a perderse en aquellas especies cuyos polinizadores tienen una limitada interacción mecánica con las flores, como es el caso de las especies macaronésicas polinizadas por aves que acceden a ellas mediante sobrevuelo o lo hacen desde el suelo.