Informe FAO
El estado de las poblaciones de peces marinos en el mundo no ha mejorado: un alarmante 31,4 por ciento de las poblaciones de peces están sobreexplotadas, el 58,1 por ciento están plenamente explotadas y sólo el 10,5 por ciento de las poblaciones de peces están infraexplotadas. Esto es lo que se desprende del informe publicado la samana pasada por la FAO, que analiza los resultados de la pesca mundial cada dos años.
Raúl García, responsable de pesquerías de WWF España declaró: "La lucha contra la sobrepesca no ha tenido todavía el suficiente impacto en los océanos. La tendencia de leve recuperación de los últimos años se ha desvanecido. La sobreexplotación pesquera representa una amenaza para la seguridad alimentaria de las personas en los países en vías de desarrollo y emergentes. La salud del océano está en riesgo y son aún pocos los casos de éxito". Para WWF, si quieren lograr una política pesquera sostenible y justa, es necesario un cambio radical de las políticas en lugar de seguir esta inestabilidad en la tendencia.
A pesar de que muchas poblaciones de atún han sido sobreexplotadas durante años, las capturas mundiales han aumentado a un nivel récord de 7,7 millones de toneladas. Esto significa un aumento de un 15 por ciento en sólo cuatro años, lo que es difícilmente compatible con los esfuerzos de conservación existentes. Por primera vez, el abadejo de Alaska ha sido el pescado más capturado del mundo (3,2 millones de toneladas) y desplaza a la anchoveta de la primera posición. Las capturas de esta especie han disminuido drásticamente en los últimos años, lo que ha generado un enorme impacto en Perú, ya que supone una fuente básica de alimentación y económica. En el mercado mundial, las anchovetas se utilizan principalmente para producir harina de pescado y aceite de pescado para la acuicultura.
WWF está preocupado por la distribución de las capturas mundiales. A escala mundial, hay cada vez más personas que dependen del pescado como alimento esencial. Una creciente población mundial está enfrentada a la disminución de los stocks de peces. Esto es especialmente importante para las personas de los países en vías de desarrollo que dependen de la pesca o como fuente de alimento y medio de subsistencia. De un total de 49 estados que se consideran en gran medida "dependientes de la pesca", 46 son países en vías de desarrollo de latitudes tropicales. Si los peces ya no pueden servir como fuente esencial de proteínas y micronutrientes, la salud de las personas está en peligro por desnutrición. Para más de 3.000 millones de personas, el pescado es una fuente esencial de proteínas de origen animal.
“Nuestros supermercados ofrecen pescados y mariscos de todo el mundo. Tenemos que asumir la responsabilidad que tenemos sobre los océanos y las personas cuyos medios de vida y la seguridad alimentaria dependen de ellos. Con la compra de pescado y marisco procedente de pesquerías sostenibles hacemos nuestra esa responsabilidad que beneficia a la naturaleza y las personas", concluyó García. El 60 por ciento del pescado comercializado a escala mundial proviene de países en vías de desarrollo, los cuales exportan normalmente el pescado de alta calidad e importan pescado de menor valor.
El nuevo informe de la FAO no solo incluye los datos de las pesquerías marinas, sino también ofrece una visión de la acuicultura mundial. En la actualidad, uno de cada dos pescados que se consume a escala mundial procede de la acuicultura. Durante décadas, este sector ha sido el de más rápido crecimiento en la industria alimentaria mundial. El rápido aumento de la demanda de pescado para una creciente población mundial sólo puede cubrirse a través de este aumento de la producción en acuicultura. Sin embargo, la producción de las pesquerías marinas se ha estancado durante casi 30 años, como lo confirman los 81,5 millones de toneladas de capturas en 2014.