Especie amenazada
Una moción de última hora, aprobada durante la celebración del congreso de la UICN de Hawai a principios de septiembre, instaba al gobierno argentino a salvar al zampullín Tobinao. Una especie en estado crítico de conservación amenazada por la construcción de una presa en el río Santa Cruz de Argentina.
La especie, que está amenazada por el incremento de especies invasoras en la zona, y de la que solamente quedan 500 parejas reproductoras, tiene ahora una nueva amenaza: el proyecto de construcción de dos presas hidroeléctricas según alerta Aves Argentinas (socio de BirdLife en Argentina). La moción, aprobada a principios de septiembre, es un soplo de aire fresco para esta especie que fue descubierta hace tan solo 42 años.
El zampullín tobiano, que se encuentra solamente en remotos lagos de la Patagonia argentina durante la época de cría, ha estado siempre ligado a amenazas humanas. Sin embargo, en invierno va en busca de comida solamente en tres zonas. Una de ellas es el estuario del río Santa Cruz donde está previsto construir dos presas.
Hasta el momento se han construido a lo largo del río numerosas casas de los futuros trabajadores del proyecto pero por el momento que no eran una amenaza hasta el pasado 9 de septiembre que la prensa argentina publicaba que el gobierno argentino relanzaba el proyecto de construcción de las presas en una semanas.
El desarrollo del proyecto está avanzando sin una adecuada evaluación de impacto ambiental por parte del gobierno de Santa Cruz. El río, que lleva el nombre de esta región, es el único río glaciar del país según reconoce Aves Argentinas. La zona aguas abajo se declaró recientemente Área de Importancia para las Aves (IBA) por su riqueza natural.
El río lleva una enorme cantidad de sedimentos fértiles aguas abajo hasta su desembocadura. Con la construcción de dos presas se bloquearía este proceso natural, pues habría un cambio completo en el caudal de los ríos y los ecosistemas acuáticos de la zona, lo que resultaría una pérdida de hábitat en invierno y los cambios en la disponibilidad de alimentos. Además del zampullín Tobiano, el estuario alberga otras tres especies muy amenazadas como el pingüino magallánico, el flamenco chileno, o el chorlito de Magallanes.