Creación de zonas protegidas
Oceana aplaude la creación de zonas protegidas de pesca en el Canal de Menorca y la modesta ampliación de otra zona al este de Cabrera. Estas áreas permitirán preservar formaciones coralígenas y mantos de rodolitos, hábitats formados por algas rojas calcáreas en los que se alimentan y reproducen numerosas especies y que desde 2006 deben protegerse legalmente. El área total protegida asciende a 1.397 km2. Oceana ha trabajado durante cuatro años para que se cumpliera la legislación internacional y dejaran de usarse artes de pesca destructivas en el Canal de Menorca.
“La prohibición de la pesca de arrastre y artes similares en una franja entre Mallorca y Menorca es un avance hacia el uso racional de los recursos pesqueros”, señala Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana en Europa. “Esta decisión, resultado de una larga campaña para que se cumpla la ley, permitirá conservar fondos marinos muy vulnerables y preservará hábitats esenciales para los peces y crustáceos. Desde Oceana, continuaremos reclamando al Ministerio que la haga extensiva a todo el Canal de Menorca, ya que está reconocido como Lugar de Importancia Comunitaria por la Unión Europea e incluye fondos protegidos y esenciales que han quedado fuera de la zona declarada”.
Además del Canal de Menorca, la orden ministerial delimita una pequeña ampliación de la zona de protección en el Fort d’en Moreu, un valioso arrecife de coralígeno al este de Cabrera donde se ha detectado pesca de arrastre ilegal. Oceana muestra su extrañeza por los límites trazados, ya que entre el parque nacional y la nueva zona quedará sin proteger un pasillo de apenas 200 metros de ancho donde se han cartografiado fondos de rodolitos. De hecho, el área y sus alrededores están incluidos en la propuesta de Oceana de ampliación del Parque Nacional de Cabrera por su alto valor ecológico.
La nueva orden ministerial sigue a una decisión similar tomada en 2014 para preservar especies y hábitats de especial interés en las cimas de las montañas submarinas de Ausiàs March y Émile Baudot (Canal de Mallorca) y en el mismo Fort d’en Moreu. Oceana desarrolló una intensa campaña en ambos casos, incluyendo expediciones con robot submarino, publicación y envío de datos a las autoridades, presentación de propuestas, denuncias y alegaciones a los borradores de las dos órdenes.