Las inundaciones provocadas por el paso de la tormenta tropical “Hanna” en Haití, dejaron un balance de varios centenares de muertos y más de 4.000 personas damnificadas que luchan por sobrevivir diez días después de que la tormenta tropical azotase el país.
La ciudad de Gonaives, en el norte del país, fue una de las más afectadas, donde se han desbordado la mayoría de los ríos y se ha cortado la circulación por muchas de las carreteras debido a su mal estado, según informó la agencia oficial de noticias AlterPresse.
Muchos de los supervivientes continúan buscando comida entre el agua contaminada con petróleo, rodeados por cadáveres de animales y heces, en un país azotado por el paso de los huracanes “Fay”, “Gustav” y “Hanna”.
Cientos de personas murieron en la tormenta, pero las autoridades dijeron que muchos cuerpos fueron arrastrados por el mar, por lo que es difícil conocer el balance exacto. El jefe de la Policía Ernst Dorfeuille, sostiene que Hanna dejó más de 500 muertos en la ciudad, mientras que Daniel Dupiton, coordinador regional de la Cruz Roja, dijo que al menos 450 perdieron la vida. El Departamento local de Salud ha reportado 144 muertes confirmadas.
Asimismo, el ingeniero agrónomo francés del Movimiento Campesino de Papaya (MPP), David Millet, explicó que la ciudad de Hinche, en el centro de Haití, se ha visto afectada también por la crecida del río Guayamunc. «El MPP contabilizó un total de 52 familias siniestradas», añadió Millet.
REFUGIO A LOS DAMNIFICADOS
Para atender a los damnificados se han facilitado 300 centros provisionales, entre ellos escuelas públicas, donde se ha refugiado a los damnificados. Bernadette Vertillus escapó de la tormenta en dirección a un refugio con su marido y sus 10 hijos. «El hambre nos está matando», dijo Vertillus, ya que ni ella ni su familia han comido en las últimas 48 horas, informó Reuters.
Gonaives se ubica frente al mar, a un metro bajo el nivel del mar y es una de las ciudades más perjudicadas debido a que la tormenta no sólo envió fuertes marejadas tierra adentro, sino que además aumentó el nivel del Laquinte y de otros ríos.
La única manera de acceder a la ciudad desde la capital es a través de helicópteros o por embarcación, debido a la intensidad del huracán que azotó a la nación, una de las más pobres del Caribe.
La tormenta también provocó una crisis sanitaria que podría empeorar a menos que la ciudad obtenga más agua limpia o construya una planta de purificación, dijo Carl Cantave, director de Salud del distrito de Artibonite que incluye a Gonaives.
Como consecuencia inmediata de la tormenta, muchas personas sufrieron heridas en los pies cuando se desplazaban en el agua turbia sin zapatos en busca de seguridad. Además, muchas mujeres sufrieron infecciones vaginales, mientras que otras se quejan de diarrea y enfermedades contagiosas a la piel o sarna, añadió Cantave.