Día Mundial de la Alimentación
El mensaje contundente que se ha lanzado en las celebraciones del Día Mundial de la Alimentación de este año en Roma y en muchos países es que el cambio climático, el hambre y la pobreza deben abordarse conjuntamente con el fin de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible establecidos por la comunidad internacional.
"Las temperaturas más elevadas y las pautas meteorológicas irregulares ya están socavando la salud de los suelos, bosques y océanos de los que dependen el sector agrícola y la seguridad alimentaria", advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva en la ceremonia mundial del Día Mundial de la Alimentación que tuvo lugar el pasado viernes en la sede de la Organización de la ONU.
Las sequías y las inundaciones son cada vez más frecuentes e intensas, al igual que los brotes de enfermedades y plagas relacionados con el clima, señaló, mencionando el terrible impacto de El Niño en zonas de África, Asia y América Central y, de forma más reciente, el huracán Matthew en Haití.
"Como es habitual, los más pobres y hambrientos son los que más sufren y la gran mayoría de ellos son pequeños campesinos que viven en zonas rurales de países en desarrollo", añadió Graziano da Silva, señalando cómo la adaptación y mitigación al cambio climático es algo fundamental, y que esto requiere "un acceso mucho mejor a las tecnologías apropiadas, el conocimiento, los mercados, la información y las inversiones".
Los recientes compromisos internacionales para la acción, incluyendo el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, reconocen el papel fundamental de la agricultura sostenible para hacer frente al cambio climático, el hambre y la pobreza.
El tema del Día Mundial de la Alimentación 2016 fue "El clima está cambiando". La alimentación y la agricultura también pone de relieve el hecho de que para alimentar a una población mundial que se espera supere los 9.000 millones para 2050, la humanidad necesita para producir más alimentos, pero de forma que se consuman menos recursos naturales y se reduzca drásticamente la pérdida y el desperdicio.