Dragado del Guadalquivir
La Junta de Andalucía y el Gobierno central han asegurado a UNESCO, en su informe sobre el estado de conservación de Doñana, que el proyecto de dragado de profundización del río Guadalquivir “no se autorizará”. WWF celebra esta decisión y la considera un importante paso, pero pide al Gobierno y la Junta que se traduzca pronto en un acto administrativo y legal que ponga fin de forma definitiva al dragado, y que se acompañe de un compromiso de no permitir planes futuros de profundización del río, tal y como pedía UNESCO.
WWF informará a UNESCO de que el compromiso de España sólo será creíble cuando se cumplan estas tres condiciones: que la obra no se incluya en los Presupuestos Generales del Estado, que se anuncie la retirada del proyecto del Plan Hidrológico del Guadalquivir, y que el Puerto de Sevilla renuncie al dragado sin realizar un nuevo proyecto con una nueva Declaración de Impacto Ambiental.
WWF asistió la semana pasada al Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, en el que se ha presentado el informe que Gobierno central y Junta de Andalucía acaban de enviar a UNESCO, y que incluye un compromiso contra el dragado del Guadalquivir. “A la vista de las conclusiones de la Comisión Científica, los fundamentos de la Sentencia del Tribunal Supremo, el posicionamiento del Comité de Patrimonio Mundial, la valoración del órgano de participación y el órgano de gestión de Doñana, el proyecto no se autorizará”, han asegurado.
WWF celebra esta decisión, que debería suponer el golpe de muerte definitivo a un proyecto que lleva vivo más de 15 años y que ha cosechado un enorme rechazo por su impacto nocivo sobre Doñana y los sectores económicos del estuario y por sus más que dudosos beneficios para la sociedad. WWF reclama al Gobierno central y a la Junta de Andalucía que el compromiso sea permanente y definitivo, tal y como exigió el Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO en su última decisión sobre Doñana.
La organización espera que el compromiso sea definitivo, y no una maniobra para evitar el bochorno internacional que supondría la degradación de Doñana al listado de Patrimonio Mundial “en peligro”, y ganar tiempo para que el Puerto de Sevilla (dependiente del Gobierno central, y cuyo presidente elige la Junta de Andalucía) presente el proyecto de otro modo.
Más allá del dragado del Guadalquivir, el Gobierno y la Junta se han puesto de acuerdo para tratar de convencer a UNESCO de que Doñana mantiene sus valores naturales en buen estado. En el Consejo, WWF ha dejado clara que la realidad es bien distinta: los datos científicos demuestran que el acuífero de Doñana se encuentra en estado crítico, la falta de agua está afectando a los ecosistemas y a la biodiversidad de Doñana, el conejo (presa fundamental del lince y el águila imperial) casi ha desaparecido del Parque Nacional, y siguen en marcha el proceso de reapertura de la mina de Aznalcóllar y las obras de Gas Natural-Fenosa.