Visón europeo
El visón europeo (Mustela lutreola) es un mustélido semiacuático que se define por lucir un distintivo color marrón chocolate uniforme en todo el cuerpo, a excepción de dos pequeñas manchas blancas, una en el labio superior y otra en el inferior.
El aspecto del visón europeo es muy similar entre machos y hembras, siendo el mayor tamaño de los ejemplares del sexo masculino, la diferencia más visible. Estos mamíferos son excelentes nadadores gracias a sus membranas en manos y pies que les facilitan manejarse con soltura en el medio acuático, aunque es el medio terrestre donde mejor se desenvuelven. Su alargada figura y el pequeño tamaño de sus orejas y cola les permite moverse entre la densa vegetación sin apenas ser descubierto.
La especie se distribuye en su mayor parte dentro de la Red Natura 2000, en cinco Comunidades Autónomas situadas en el norte y noreste de España donde ocupa más de 1.500 kilómetros de ríos. Son mamíferos solitarios y territoriales. Son capaces de habitar en zonas bien diferenciadas como en las cuencas cantábricas o la vertiente mediterránea del valle del Ebro. El hábitat óptimo del visón europeo incluye riberas anchas y densa cobertura vegetal mostrando preferencia por el curso bajo y medio de los ríos.
Los visones europeos son carnívoros y buscan su alimento durante la noche y los crepúsculos. Su dieta está conformada por la presa más abundante y disponible en cada momento como ratas, ratas de agua, ratones y topillos, anfibios, peces y cangrejos, siempre que todos ellos habiten en masas de agua y sus orillas.
La presencia del visón europeo está condicionada principalmente por los recursos tróficos y la presencia de refugios, ya que influyen en la calidad del agua y en la alteración de las orillas. Debido a ello suelen evitar los ríos muy contaminados y con riberas modificadas.
En España, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que el tamaño poblacional de esta especie no excede de los 500 individuos. En Europa, su población ha disminuido más de un 90% desde principios del siglo XX, por ello, en la actualidad, y debido a esta alarmante tendencia regresiva, está considerado como el mamífero más amenazado de Europa.
La amenaza principal para el visón europeo es la presencia del visón americano como especie invasora, que provoca su desaparición rápidamente a través de la agresión directa y competición por el espacio. Otras amenazas que pueden hacer descender el número de visones europeos son la destrucción y degradación de su hábitat, la muerte por atropello debido a las carreteras que atraviesan las zonas donde habitan, el ahogamiento en el interior de sifones de riego que utilizan como lugares de alimentación, el virus del moquillo canino y la enfermedad Aleutiana del visón, enfermedades que afectan a otros carnívoros, silvestres y domésticos y la semejanza genética entre los visones del lugar que los hace estar emparentados estrechamente y supone tener menos posibilidades de adaptación a los cambios ambientales, menos defensas ante las enfermedades y por tanto, mayor riesgo de extinción.
Además, la falta de conocimiento sobre su estado por ser una especie muy discreta puede limitar las posibilidades de trabajar en distintas acciones para su conservación.