El secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Rural del PSOE, Hugo Morán, afirmó ayer que la propuesta de la presidenta Esperanza Aguirre de privatizar casi la mitad del Canal de Isabel II pone de manifiesto «los verdaderos postulados estratégicos del PP en materia de aguas a nivel nacional» y significa «privatizar el agua».
Morán considera que el modelo del PP posibilita «convertir el agua en un simple producto», sujeto a la explotación privada con criterios de rentabilidad, al que tenga acceso sólo quien pueda pagarla y a los precios que determine la empresa que explote el recurso, algo «radicalmente opuesto» al modelo que defiende el PSOE como «un bien público» que ha de gestionarse con «criterios de seguridad, de sostenibilidad y desde el control público».
«Son dos modelos claramente enfrentados, el de la derecha, que coloca el recibo que el ciudadano paga por delante del propio ciudadano, y el de quienes defendemos el derecho de cualquier ciudadano a contar con la garantía de suministro de un bien indispensable para su vida diaria», afirmó en un comunicado.
El dirigente socialista respondió además a Aguirre que su propuesta no puede llevarse a cabo de manera unilateral por una Comunidad, porque hay competencias propias de distintas Administraciones: Estado, a través del Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Tajo; Municipios, en relación con el suministro a los vecinos; y Comunidad Autónoma, a través de las competencias que el Canal tiene de conducir el agua hasta los municipios.
Morán ha señalado que lo que el PP debería estar planteándose es «un modelo de cooperación entre las Administraciones Públicas» para mejorar la calidad del servicio de suministro y no «hacer cuentas» del dinero que pueda sacar al privatizar un servicio público.
Finalmente, se ha preguntado cuáles eran «las razones que justificaban el empecinamiento del PP para realizar la construcción de determinadas infraestructuras hidráulicas» que, todo parece indicar, acabarían «poniéndose en manos privadas para su explotación, según la doctrina Aguirre».