La primera ciudad sostenible y autosuficiente se encuentra en Japón
Cuando uno viaja a Japón lo primero que puede observar es que la mayoría de los escolares viajan a las escuelas en transporte público, ya sea en bus o en tren. Están obligados a hacerlo ya que los padres tienen prohibido llevar a los hijos en coche. Esto no está prohibido en el resto del mundo, pero aquí sí. Aunque la distancia entre el hogar y el colegio sea muy grande, están obligados a caminar o utilizar transporte público.
La organización de este país con 127 millones de personas concentradas en un territorio muy pequeño hace que se tengan que tomar medidas como esta. Es por eso, que quizá este país asiático se ha convertido también en una base experimental para las ciudades autosuficientes.
La primera ciudad autosuficiente
Esta ciudad autosuficiente se encuentra en las afueras de Tokio, en Fujisawa. Se trata de una gran barriada que cuenta con unas mil viviendas bajas, que disponen de jardines y de paneles solares por todas partes. En ella existen coches eléctricos y un uso racional de la energía. Se puede decir que es una smart city sostenible en la que, gracias a todas estas características, se reducen las emisiones de CO2 en un 70%. Además, mediante un uso racional y unos equipamientos instalados adecuados se puede usar el agua de lluvia, haciendo reducir el gasto de agua en un 30%.
Fujisawa ha sido todo un éxito, aunque hay que decir que estos proyectos no son fáciles de realizar. Lo primero, es que para que Fujisawa naciera, se partió de la multinacional Panasonic. Ésta consiguió aglutinar a autoridades y empresas además de un público que estuvo dispuesto a participar. Al ver el éxito que ha tenido Fujisawa, esta compañía acaba de emprender un segundo proyecto: utilizar la gran factoría que se encuentra actualmente en desuso en Yokohama para poder crear una segunda zona residencial sostenible.
En Fujisawa, se aprovechan zonas ajardinadas para instalar paneles solares. Las farolas, iluminadas con eficientes luces de LED, se encienden unos metros por delante y unos por detrás de los transeúntes. Cuando no hay nadie en la calle, se apagan.