El océano que se acidifica más rápidamente es el Ártico
La investigación, publicada en la revista Nature Climate Change, señala que las aguas ácidas del Ártico se expandieron entre 1990 y 2010 aproximadamente 550 kilómetros hacia el norte, desde la península Chukchi (noroeste de Rusia) hasta la costa del noroeste de Alaska, y que la profundidad de esas aguas aumentó de 100 a 250 metros.
"El Ártico es el primer océano donde se observa un aumento tan veloz y en gran escala de la acidificación, por lo menos dos veces más rápido que el observado en los océanos Pacífico o Atlántico", apunta Wei-Jun Cai, profesor de Tierra, Océano y Medio Ambiente en la Universidad de Delaware (Estados Unidos).
Richard Feely, científico de la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica), apunta que "la rápida propagación de la acificación oceánica en el oeste del Ártico tiene implicaciones para la vida marina, especialmente almejas, mejillones y pequeños caracoles, que pueden tener dificultades para construir o mantener sus caparazones en aguas cada vez más acidificadas".
Los caracoles marinos denominados pterópodos son parte de la red de alimentación del Ártico y son importantes para la dieta del salmón y del arenque. Su disminución podría afectar al ecosistema marino en una mayor escala. Entre las especies árticas potencialmente expuestas a la acidificación de los océanos están las pesquerías de subsistencia de camarones y variedades de salmón y cangrejo.
Patrones de circulación
Por otro lado, los científicos estudiaron muestras de agua tomadas por el rompehielos chino "XueLong" (que significa "dragón de nieve") en los veranos de 2008 y 2010 desde los mares marginales del Ártico hasta las cuencas situadas hasta 88 grados de latitud, justo debajo del Polo Norte.
Los científicos midieron el carbono inorgánico disuelto y la alcalinidad, que les permite calcular el pH y el estado de saturación de la aragonita, un mineral de carbonato que los organismos marinos necesitan para construir sus conchas.
Los datos recogidos por el rompehielos y sus pertinentes simulaciones sugieren que el aumento del agua del invierno del Pacífico, conducida por los patrones de la circulación y el hielo que se retira del mar en el verano, es el principal responsable de esta extensión de la acificación oceánica, según Di Qi, que participó en la investigación.