Los españoles son los europeos que más se preocupan por la contaminación del aire
Cuando los jóvenes hacen balance de su experiencia escolar y cómo les fue inculcada la cultura medioambiental en las escuelas, resultan ser realmente "críticos". De hecho, indican que este juicio se moderaría si los propios profesores estuviesen mejor preparados y les dotan de una nota media de un 5,3 en relación a su conocimiento en dicha materia. Así se desprende de un barómetro realizado por la Fundación Endesa que mide la cultura ecológica de los españoles.
De esta manera, el 15,8% de los encuestados asegura que les hubiese gustado aprender más sobre las energías renovables y un 3,4% haber indagado más acerca del reciclaje. Sin embargo, en nuestro país, no son las escuelas quienes más conciencian a las personas sobre cultura medioambiental. Según el informe, la familia es el factor más influyente, seguido de los medios de comunicación. Lejos quedan las charlas entre amigos en las que el tema de conversación es el propio medio ambiente.
En esta misma línea, uno de los autores del barómetro, Victor Pérez-Díaz, asegura que "es necesario inculcar a la sociedad la importancia de esta cultura, ya que la estima por la naturaleza no es muy alta". A pesar de ello, destaca que "no hay ningún europeo más preocupado que el español por la peligrosidad de la contaminación, influya tanto en nuestro aire como en nuestros ríos y lagos". Añade que esta alerta va ligada en ocasiones a "la falta de información" y que por tanto, no se pueda realizar un juicio en cuestión.
A la inquietud que nos provoca el estado de nuestro aire, "faltan actos cuyo fin sea mejorarlo". Dicho autor apunta que "así como sí existe una mayor concienciación sobre el uso de los contenedores destinados al reciclaje, no hacemos casi nada por sensibilizar a la población para que use más el transporte público y dejen sus vehículos en casa". Para cambiar esta situación, añade que es necesario una mayor educación y que esta, podría basarse en la naturaleza, donde la visión de esta sea de respeto e instrumental.
¿Qué soluciones se plantean entonces? El resultado es "contradictorio". Según Pérez-Díaz, la gente opta por pedir que los gobiernos elaboren nuevas leyes y que inviertan más dinero para solventar o mejorar el problema del medio ambiente. Sin embargo, "somos los propios ciudadanos quienes, según los estudios, no confiamos ni en los propios gobiernos ni en nuestros políticos. Acto seguido, somos nosotros quienes no hacemos casi nada por solucionar dicho asunto". Añade que además, "se suele confiar en científicos altruistas para una información de ciencia y de buena voluntad o de moralismo ingenuo".