¿Qué contamina más, los aviones o los barcos de carga?
Esta industria de transporte marítimo es responsable de casi 2,5% de las emisiones de gases contaminantes de efecto invernadero. Si la tendencia continúa, la cifra aumentará a 17% de las emisiones de gases invernadero en los próximos 30 años. Uno de los problemas es que la industria del transporte marítimo hasta ahora no había estado regulada por los acuerdos sobre cambio climático, ni por ningún tratado para reducir sus emisiones.
Pero ante el drástico incremento de esta fuente de contaminación, la industria está llevando a cabo esfuerzos para reducir sus emisiones. La empresa finlandesa Norsepower está llevando a cabo un proyecto con la mayor compañía de transporte marítimo, el conglomerado danés Maersk, para probar un nuevo sistema de propulsión eólica en los buques de carga.
El proyecto involucra los llamados rotores Flettner, que fueron patentados a principios del siglo XX por el alemán Anton Flettner. Se trata de enormes cilindros giratorios -o rotores- que han sido bautizados "velas rotativas", que utilizan la energía del viento para impulsar la nave. Cuando el viento pasa por el rotor, el aire fluye acelerando por un lado y desacelerando por el lado opuesto y creando una fuerza de empuje perpendicular a la dirección del viento.
Ahora, Norsepower adaptará esta tecnología colocando por primera vez las velas rotativas en la cubierta de un carguero de Maersk para utilizar la interacción con el viento. La tecnología será probada en un carguero de 240 metros de largo en cuya cubierta se colocarán dos columnas de 30 metros de alto por 5 metros de diámetro.
Según Norsepower, se espera que las velas rotativas reduzcan el consumo promedio de combustible en hasta 10%, disminuyendo así las emisiones contaminantes. Son las velas rotativas más grandes que se han diseñado y las primeras que se utilizan en un carguero.