Existe más riesgo de muerte para personas fumadoras si viven en zonas contaminadas
Las personas fumadoras tienen un mayor riesgo de morir por enfermedad cardiovascular cuando se exponen a altos niveles de contaminación atmosférica. Esta es la conclusión de un estudio en el que ha participado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Obra Social "La Caixa", que analiza los efectos de la exposición a las partículas finas (PM 2.5) presentes en el aire en personas fumadoras y no fumadoras.
El nuevo estudio que publica en su edición de abril de 2017 la revista Environmental Research, recuerda, además, que investigaciones previas ya habían hallado una interacción aditiva entre PM 2.5, fumar cigarrillos y cáncer de pulmón. Ahora, los investigadores han analizado también si la combinación de estas exposiciones potencia la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
La investigación se ha realizado con datos de cerca de medio millón de personas fumadoras y no fumadoras estadounidenses de más de 30 años de edad que forman parte del Estudio II de la Sociedad Americana de Prevención contra el Cáncer.
Michelle C. Turner, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, destaca que “la suma de fumar cigarrillos y a la vez estar expuesto a la contaminación del aire aumenta el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular y diabetes, aunque el efecto aditivo es más pequeño que el que se había encontrado previamente para el cáncer de pulmón”.
La investigación estima que, por cada 100.000 personas, 318 muertes por enfermedad cardiovascular y diabetes son atribuibles a fumar cigarrillos, y 36 por la exposición a niveles altos de partículas PM 2.5. La combinación de ambas, fumar tabaco y estar expuesto a la contaminación atmosférica, provoca 32 muertes adicionales por enfermedad cardiovascular y diabetes.
Turner considera que “con los niveles de PM 2.5 observados en este estudio, la reducción del tabaquismo tendrá un mayor impacto en la disminución de la mortalidad que la reducción de la exposición a la contaminación atmosférica”. No obstante, de este estudio se deduce que la mejora de la calidad del aire -reducción de los niveles de PM 2.5, en este caso- también contribuiría a “prevenir una proporción de la mortalidad atribuida a fumar cigarrillos”, destaca ISGlobal.