Ahorrar energía mediante el diseño de humanos con visión nocturna
En "El próximo paso: la vida exponencial" la iniciativa OpenMind de BBVA ha reunido a veinte autores de referencia para analizar el potencial de tecnologías que hoy en día parecen ciencia ficción pero que podrían ser una realidad mañana. Todos ellos se plantean un futuro más o menos verosímil de robots, inteligencias artificiales, investigación biomédica y exploración espacial. A fin de cuentas el primer paso para acercarse al futuro es pensar en él.
S. Matthew Liao es uno de ellos. Este neoyorquino menudo y de carácter afable y educado ostenta una cátedra de Bioética en la Universidad de Nueva York, y ha hecho numerosas publicaciones en el campo de la Bioética, en relación con los derechos humanos y la manipulación genética de humanos. En 2012 publicó un artículo, junto a investigadores de la Universidad de Oxford, en el que presentaba en concepto de la Ingeniería Humana: la modificación biomédica de humanos, a través de fármacos y manipulación genética en el laboratorio, para adaptarlo y evitar las consecuencias del cambio climático.
Es indiscutible que sus ideas son transgresoras. Prueba de ello es que cosechó acusaciones de que sus ideas eran "nazis", "eugenésicas" y "ecofascistas". Pero él hace énfasis en que solo pone encima de la mesa una serie de medidas que la gente podría adoptar de forma voluntaria para reducir su huella contaminante y evitar las consecuencias del cambio climático.
¿En qué consiste esta ingeniería humana y cómo puede paliar los efectos del cambio climático? Por ejemplo, propone modificar al hombre para que sea más bajo, puesto que una disminución de 15 centímetros supondría una reducción de su metabolismo de un 15 por ciento en hombres y un 18 en mujeres, lo que, a su vez, disminuiría sus necesidades nutritivas.
Cree que es factible diseñar un parche que induzca la intolerancia a la carne roja, para reducir su consumo y evitar el 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que dependen de la ganadería. Sostiene que es buena idea usar potenciadores de la empatía (oxitocina) para aumentar la cooperación entre humanos y conseguir que trabajen juntos, o que se pueden usar fármacos para aumentar las capacidades cognitivas.