Una mala estrategia para la conservación de mamíferos
En el mundo hay 85.604 especies amenazadas. Es el dato que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza daba para 2016 en su libro rojo, un catálogo que a finales de 2017 incluirá 5.000 nombres más. La pérdida del hábitat, el cambio climático o la caza furtiva son algunas de las razones que llevan a la pérdida de la biodiversidad del planeta, según recoge este organismo.
Pero ¿y si no se tuvieran en cuenta los criterios correctos? ¿Y si lo que creemos más importante, esas especies endémicas en peligro, no fuera sólo lo relevante? Esto es lo que se ha planteado un equipo de investigadores liderado por la brasileña Fernanda T. Brum, de la Universidad Federal de Goiás. Brum ha propuesto nuevos criterios para la conservación de los mamíferos terrestres, sobre los que centra un trabajo que ha publicado este lunes la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
A la protección del hábitat basada en criterios de clasificación de las especies que habitan una zona, Brum sugiere ahora considerar además la historia evolutiva y el rol funcional de estos animales en su ecosistema para asegurar la supervivencia de los grupos más vulnerables.
"Las áreas de superposición que destacamos en nuestro trabajo incluyen el 57% de todos los mamíferos terrestres en riesgo de extinción. Además, nuestras prioridades muestran lugares con antecedentes evolutivos únicos, como podemos ver por los distintos linajes de mamíferos de Madagascar y Australia, con lémures y marsupiales respectivamente", ha expresado Brum.
De esta zona de solapamiento solo el 1% está actualmente protegido, dejando vulnerable el 3,6% de las áreas más importantes para los mamíferos en cuanto a estos tres puntos considerados a la vez. Por tanto, se puede inferir que casi el 80% del hábitat que es fundamental para la conservación de los mamíferos, no está protegido.
Para Brum los resultados podrían suponer un cambio a la hora de establecer estrategias de conservación de especies y de ecosistemas. "Lo que creo que está claro en el mapa de superposición es que la región tropical tiene una gran importancia para la conservación de mamíferos. Esa región alberga un gran número de especies de riqueza, linajes evolutivos únicos y rasgos ecológicos distintos. Esas áreas de superposición pueden utilizarse como una base biológica para una futura planificación de la conservación, para ampliar la actual red mundial de áreas protegidas y para ayudar a alcanzar el objetivo de proteger el 17% de la superficie terrestre que se marcó en la Convención de Aichi 2011-2020 sobre diversidad biológica", ha concluido.