Las grandes ciudades van camino hacia un Planeta Verde
La conferencia es un paso más hacia lo que los mandatarios llaman "planeta verde", que busca fomentar los hábitos saludables entre la población, sobre todo en lo referente a las práciticas sociales, y realizar una lucha seria contra el cambio climático. Aunque esta vez la base de la reunión estuvo centrada en el uso y proyección del coche eléctrico, muchas son las urbes que vienen concienciándose sobre los abusos medioambientales. Han iniciado una serie de medidas que tendrán recorrido en el tiempo y que están secundadas por esa estrategia común.
La alcaldesa de París y anfitriona del acuerdo, Anne Hidalgo, fue la encargada de detallar esta iniciativa, dirigida a hacer "calles más seguras y accesibles", a conseguir "un aire limpio" y a "mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos", pero, ¿qué han hecho en los últimos años las grandes ciudades para conseguir la sostenibilidad del planeta?
Barcelona
El Ayuntamiento de Ada Colau ha dado un paso relevante en este sentido, dado que a partir del año 2019 prohibirá la circulación de las furgonetas con fecha de matriculación anterior a 1994 y de turismos anteriores a 1997. Asimismo, el consistorio explicó en su momento que maneja 58 actuaciones a aplicar entre el 2017 y el 2020, como el establecimiento de zonas de baja emisión de gases, las restricciones en los vehículos más contaminantes, la promoción del transporte público y la apuesta por las zonas de pacificación, las supermanzanas o los carriles bici.
Estas son algunas de las vías más restrictivas, pero van acompañadas de otras como por ejemplo la ampliación de las zonas verdes en los aparcamientos o las campañas de sensibilización para que la ciudadanía aporte su grano de arena de manera individual.
Londres
Hace solo unos días, el alcalde de la capital británica, Sadiq Khan, confirmó un impuesto de unos 12 euros para los vehículos anteriores a 2006. Es una de las ciudades más estrictas en la lucha contra la contaminación. El conocido como T-Charge, según las autoridades londinenses, incluye sobre todo a coches de gasolina y diésel, con el objetivo de reducir su uso y por consiguiente la cantidad de polución que emiten.
Por otro lado, hace meses impuso un gravamen de 800 euros en la compra de vehículos diésel, al tiempo que incentiva la compra de coches cero emisiones. También incorporó impuestos extra en el caso de las llamadas congestion areas a través de una especie de peajes.
París
Como anfitriona, París se ha empeñado en dar ejemplo antes de la cumbre. Anne Hidalgo ya ha dado pasos hacia la limpieza del planeta, precisamente también a partir de un control del tráfico. La capital gala incide en el uso del coche eléctrico y como ya han hecho otras ciudades, como Madrid, ha usado la circulación por matrícula alterna.
Dicho esto, no se olvida de poner el foco en la antigüedad de los vehículos con la idea de restringir la circulación de los más contaminantes. Junto al resto de urbes "hermanas" en este aspecto, París se ha comprometido a aumentar el número de calles peatonales y de carriles bici, reducir el número de vehículos contaminantes en sus ciudades, renovar su flota con autobuses de cero emisiones y hacer públicos cada dos años sus progresos en la materia.
Los Ángeles
El caso de la ciudad estadounidense es especial: la última estadística conocida no le dejaba en buen lugar, puesto que es el lugar con mayor número de muertes por contaminación en todo EE UU, con unas 1.300. Precisamente por eso desde las autoridades han reaccionado.
Su regidor, Eric Garcetti, enfatizó que "el cambio climático no sólo es real, sino que tiene efectos sobre los seres humanos". Garcetti se mostró especialmente crítico con el presidente de su país, Donald Trump, después de que éste anunciase su intención de abandonar el Acuerdo de París sobre el clima y dijo que "cuando la Casa Blanca se salió, las ciudades entramos". Sin obviar el transporte, el camino cogido en California se orienta más bien al uso de la energía limpia en los distintos hogares, ampliable con el paso del tiempo a empresas y a los núcleos conocidos como bussiness areas.
Pekín
China, por su parte, ha utilizado el congreso anual del Partido Comunista para poner de nuevo el foco en el medio ambiente. Pekín es una de las ciudades del mundo más afectadas por la contaminación, y desde la esfera estatal, Xi Jinping quiere frenar esa dinámica.
Las autoridades chinas se han fijado como objetivo en reducir en al menos un 15 % el nivel de partículas PM 2,5, las más pequeñas y dañinas para la salud porque pueden penetrar directamente en los pulmones, en las ciudades de la región Pekín-Tianjian-Habei de aquí a marzo de 2018. Para ello, han diseñado un plan de acción específico que comprende la creación de una agencia especial en esa región, donde la infraestructura industrial está dominada por industrias químicas.
Además, desde hace cuatro años llevan a cabo una campaña de inspección medioambiental para comprobar si las empresas cumplen las necesarias medidas de reducción de emisiones y prevención del smog y que, según Li, está fomentado una mejora y actualización de las infraestructuras industriales del país. Si las entidades no cumplen, las fábricas podrían ser cerradas.
Santiago de Chile
En el caso de Chile, el plan es muy concreto: nada de combustibles contaminantes y reducción de emisiones. ¿Cómo lo pretende conseguir? A través de un plan que exige medidas como la prohibición de circular para coches que lleven un tubo de escape anterior a 2011. Asimismo, no está permitido mantener el motor encendido en los atascos. Fuera de la circulación, también pretende reducir a niveles bajísimos el uso de leña para calefacciones y cocinas. Hay un 6% de hogares que hacen uso de este tipo de medios, un porcentaje bajo "pero que a efectos de contaminación tiene consecuencias graves", según las autoridades.
Quito
Por último, destacable es también la idea plasmada por el alcalde de Quito. Mauricio Rodas gobierna en una ciudad en vías de desarrollo y expresó que las ciudades "tienen ahora una gran oportunidad para ganar influencia al negociar políticas de lucha contra el cambio climático". Rodas recordó que el 56% de las emisiones de carbono en su ciudad provienen del sistema de movilidad, por lo que los esfuerzos se han enfocado en ese área, de nuevo haciendo hincapié en el desarrollo de un transporte público sostenible, de las energías limpias, y de una concienciación seria de la población, que sobre todo en las zonas rurales vive de la agricultura.
El documento firmado por los alcaldes concluye por tanto en unas directrices para cumplir con lo explicado y continuar por la senda de la protección ambiental. Parten de la base de una transformación de las ciudades en "zonas sanas", además de fomentar el aumento de los peatones, de usuarios de transporte público y de ciclistas, al tiempo que se proyecta un uso continuo del coche eléctrico. De hecho, todos los pasos dados serán recogidos, según explican, en una serie de informes anuales para explicar las evoluciones. Un planeta mejor exige una estrategia más clara.