Un lagarto cocodrilo, una tortuga que come caracoles o un murciélago con forma de herradura son tres de las 115 nuevas especies descubiertas en 2016 en la región del río Mekong, en el Sudeste de Asia, informaron ayer varios activistas.
Las nuevas especies incluyen: once anfibios, dos de peces, once reptiles, 88 plantas y tres mamíferos. Fueron halladas entre Camboya, Laos, Birmania (Myanmar), Tailandia y Vietnam por varias expediciones científicas, según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Estas incorporaciones elevan a 2.524 el número de especies de plantas, pájaros, mamíferos, reptiles, peces y anfibios descubiertos en la región desde 1997.
"Más de dos nuevas especies por semana y 2.500 en los últimos 20 años nos dicen lo increíblemente importante que es el Gran Mekong para la biodiversidad global", dijo el representante de WWF en la región, Stuart Chapman. "Pese a las muchas amenazas en la región, estos descubrimientos nos dan esperanzas de que especies como el tigre o la tortuga puedan sobrevivir", añadió.
Entre las amenazas Chapman señaló a los proyectos de explotación minera o construcción de presas y carreteras que comprometen "la supervivencia de un paisaje natural único", y la caza furtiva para el tráfico ilegal que "puede hacer desaparecer especies antes de que sean descubiertas".
Tráfico ilegal de especies
La organización señaló al llamado Triángulo de Oro, zona donde convergen Laos, Tailandia y Birmania, como foco de un tráfico ilegal de especies protegidas que diezma la vida salvaje en la región del Mekong.
Según WWF, esta amenaza se extiende hasta África ante la demanda que generan turistas de China y Vietnam que acuden a mercados como los de Mong La, en Birmania, o Boten, en Laos, en busca de productos como marfil, cuerno de rinoceronte o partes del cuerpo de tigre. WWF llamó a los gobiernos de la región a tomar medidas contra la caza ilegal y poner fin a los mercados ilegales de especies protegidas que "operan con impunidad a plena vista".