China ha construido el purificador de aire más grande del mundo, de 100 metros de altura, en la ciudad de Xian, en la provincia central de Shaanxi, que ha logrado en los últimos meses mejorar la calidad del aire en un área de 10 kilómetros cuadrados.
Investigadores del Instituto de Medio Ambiente de la Academia China de Ciencias están llevando a cabo mediciones para comprobar la efectividad del mecanismo, que está en funcionamiento desde el año pasado, publica hoy el diario hongkonés South China Morning Post. El purificador consiste en una torre y un conjunto de invernaderos que le rodean, y que ocupan una superficie equivalente a medio campo de fútbol.
El sistema ha vertido diariamente 10 millones de metros cúbicos de aire limpio a la atmósfera y, en los días en los que la polución es muy alta, ha logrado reducir el esmog (la niebla tóxica) hasta un nivel moderado en la zona estudiada, según los resultados preliminares.
El funcionamiento consiste en que la torre absorbe el aire contaminado y lo introduce en los invernaderos, donde se calienta mediante energía solar. El aire caliente entonces sube a la parte superior del purificador y por el camino pasa a través de múltiples filtros que lo limpian.
Poca consumo de electricidad
En la zona circundante se han instalado una docena de estaciones para medir la contaminación del aire, que han registrado una reducción media del 15 % en el volumen de partículas PM 2,5 (las más dañinas para la salud) durante los peores días.
«La torre no se puede comparar con ninguna otra en cuanto a tamaño (…) Casi no necesita electricidad durante las horas de luz. La idea ha funcionado muy bien en las pruebas», dijo Cao Junji, responsable de la investigación, en declaraciones recogidas por el diario. En marzo, su equipo presentará un documento científico más amplio con resultados más avanzados, aunque de momento afirman que los datos preliminares son «alentadores».