Junto a ellas, también tienen los días contados los mecheros no recargables, las maquinillas de afeitar desechables, las toallitas húmedas y las vajillas de plástico con pajitas y vasos incluidos. El anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminantes prevé restricciones importantes en la venta de estos artículos con el objetivo de que la comunidad se vaya incorporando gradualmente a la senda del reciclaje.
El texto que saldrá a exposición pública a finales de esta semana contempla que las cápsulas de café que se distribuyan en ola comunidad estén fabricadas únicamente con material reciclable. En caso de que no sea así, las empresas tendrán que contar con un plan de recogida y reciclaje de las mismas. «No se trata de prohibir las cápsulas» dice el director general de Residuos, sino de que cumplan «una serie de criterios medioambientales».
Adiós al plástico
No sólo las cápsulas están en el punto de mira del Ejecutivo. Las vajillas y los vasos de plástico, así como los bastoncillos para lo oídos con el palo de este material también tienen los días contados. El anteproyecto de ley contempla que el plástico sea cambiado por celulosa u otro material reciclable.
También las toallitas estarán controladas y se obligará al vendedor a especificar y publicitar como se tienen que desechar después de que hayan causado grandes problemas de contaminación y atasco en los alcantarillados, no solo de las islas, sino de numerosas ciudades. La pajitas para beber, que según Sansó inundan playas y zonas de costa durante el verano, también serán historia en 2020.
La cruzada continuará con los mecheros que no sean recargables y las maquinillas de afeitar de un solo uso. También se contempla que las bolsas que en los supermercados se ofrecen para coger la fruta o las verduras sean de materiales reciclables. La normativa prevé sanciones importantes para los incumplidores que pueden llegar a 1,7 millones de euros en los casos muy graves.
Recurso probable
El director general considera que todas estas medidas son proporcionadas y ya se aplican en otros países de Europa. En Francia las vajillas de plástico serán vetadas próximamente, mientras que en Reino Unido algunas grandes superficies han dejado de vender bastoncillos de plástico.
Con todo, Sansó admite que algunos artículos están «en la cuerda floja» de las competencias que manejan las comunidades autónomas. No descarta que el Ejecutivo central recurra la normativa final, como ya hizo con la Ley de Bienestar Animal.
El anteproyecto saldrá a exposición pública a finales de esta semana y después se abrirá el periodo de alegaciones. Tras ser aprobado en el Consell de Govern pasará al trámite parlamentario. Desde la Conselleria de Medio Ambiente esperan que el nuevo texto pueda ser aprobado después del verano.