Dos filósofos canadienses, Sue Donaldson y Will Kymlica, han propuesto construir una nueva relación entre humanos y animales en la que éstos pasen a ser considerados como miembros o participantes de la "polis" o ciudad y no sólo como meras criaturas que pueden ser criadas y vendidas.
Su teoría se resume en su libro "Zoópolis, una revolución animalista" (Editorial Errata Naturae), publicado originalmente en inglés en 2011 y cuya versión española acaba de publicarse. En él, plantean la posibilidad de crear una nueva comunidad en la que humanos y animales estén regidos por un concepto compartido de justicia.
En su opinión, las actuales teorías en defensa de los animales se centran en prohibiciones negativas, como "no matarás ni usarás a los animales", pero su propuesta alternativa afirma ser más justa y positiva de estas relaciones, con tintes políticos.
Durante años, han explicado Donaldson y Kymlicka, el movimiento a favor de la protección animal ha ofrecido argumentos éticos convincentes para acabar con la explotación, el daño y la muerte de los animales, pero se ha prestado poca atención a la creación de una visión positiva de lo que las relaciones entre humanos y animales deben ser.
El texto, que elabora un marco teórico para explicar preguntas cruciales en el ámbito animalista, parte de la premisa de que los animales tienen sus propias preferencias sobre cómo quieren relacionarse con nosotros, una idea que le diferencia de teorías previas al respetar y reconocer a los animales como agentes capaces de coautorizar sus relaciones con los seres humanos.
Así, a pesar de algunas victorias como la aprobación el pasado mes de diciembre de la ley según la cual los animales han dejado de ser oficialmente considerados cosas en España, la guerra se sigue perdiendo, pues cada año se matan en todo el mundo unos 56.000 millones de animales, tres veces más que en 1980, según sus cálculos.